El paro subió en agosto en unas 25.000 personas. Se trata de la primera subida del desempleo en el último semestre. Y llega después de un repunte de los contratos temporales, cuyo peso superó por primera vez la cota del 61% sobre el total de contratos, desde que abril del año pasado entrara en vigor plenamente la reforma laboral.

Un aumento de peso habitual en agosto pero que podría sugerir cierto fracaso a la hora de encauzar la actividad estacional hacia un contrato más estable; en concreto, el fijo discontinuo.

El incremento del paro – aunque solo en términos brutos; no desestacionalizados — coincide con un nuevo repunte en el peso de la contratación temporal sobre el total de contratos firmados. Ya sucedió el año pasado en agosto, cuando el peso de los temporales escaló por encima del 60% sobre el total. Sin embargo, este año, el repunte es mayor. Y se repite un mes más, después del dato de julio.

Así, la proporción de temporales este año superó el 61,5% sobre el total de contratos, en tanto que el año pasado se quedó un punto más abajo. Y aun más, en un contexto de caída de la contratación como el actual, si los contratos temporales cayeron en agosto un 13,8% respecto a igual mes del año anterior; esa caída se duplica en el caso de los indefinidos, con un descenso del 26% respecto a los firmados en agosto de 2022.

Este repunte de la temporalidad en relación con la suma de contratos podría sugerir cierto fracaso en el objetivo de canalizar la actividad estacional hacia un contrato indefinido, como es el fijo discontinuo.

Agosto deja 25.000 nuevos parados

En cifras, el ascenso del paro rondó las 25.000 personas el pasado mes de agosto; mejor que el año pasado, y en torno a la mitad que el último agosto anterior a la pandemia, 2019.

En términos desestacionalizados, el paro bajó en unas 23.000 personas, según la estimación de los técnicos del ministerio de Trabajo.

El incremento del paro en agosto quiebra una racha de seis meses con descensos del paro. Y coloca la suma total de parados por encima de los 2,7 millones, un 7,6% menos que un año atrás.

A pesar de este incremento mensual, el mes de agosto imprime un leve acelerón al ritmo de descenso anual del paro: un 7,6%, frente al 7,1% de julio (en 2019, por ejemplo, el paro bajaba a un ritmo anual del 3,65%).

La subida del paro en agosto es un clásico en el mercado de trabajo español, donde solo solo una vez en el últimos doce años bajó el paro en tal mes; y fue el año 2021, de recuperación de la pandemia.

El aumento del paro fue generalizado en todos los sectores, salvo en la agricultura, donde el paro bajó un 2,7% en agosto. El mayor incremento relativo corresponde a la construcción, un 2,3%, aunque los servicios aportan la inmensa mayoría de los nuevos parados, en consonancia con su peso en el conjunto del empleo.

La subida del paro fue generalizada en todas las comunidades autónomas, salvo en La Rioja.

Resurge el contrato eventual en agosto

Los datos de contratación también conocidos hoy dejan la sospecha de cierta relajación en la persecución de la temporalidad injustificada.

En agosto se firmaron unos 1,1 millones de contratos. De ellos, la proporción de temporales superó por primera vez el 61% en el último año y medio. El año pasado también subió ligeramente la proporción de temporales en tal mes. Pero este año se sitúa por segundo mes consecutivo por encima de la cota del 60%.

Una pérdida de peso del indefinido que, aunque leve — baste decir que antes de la reforma la proporción de temporales superó el 91% en agosto de 2019 – se apoya también en el hecho de que los contratos temporales firmados cayeron en agosto un 13,8%; tan solo la mitad de lo que cayeron los contratos indefinidos en el mismo mes, un 26% respecto a los firmados en agosto de 2022.

Una incipiente recuperación del peso de los temporales que ha dejado su huella en otro registro, como son las ayudas al desempleo, cuyo gasto – un mes atrás – subió en julio un 8,3% respecto al mismo mes del año anterior, hasta superar los 1.780 millones de euros, facilitando ayudas a casi el 71% de las personas que están en paro (seis puntos más que un año atrás).

Bajas masivas en Educación

La afiliación a la Seguridad Social deja también constancia del latigazo que el final de agosto supone para el mercado de trabajo más estacional en España. El último día del mes se dieron de baja cerca de 265.000 personas, el 1,27% de todos sus afiliados, según el saldo de afiliación diaria del instituto de previsión social.

En media, la Seguridad Social perdió unos 185.000 afiliados ese mes (incluyendo unos 11.000 autónomos); en línea con el año anterior, y algo mejor que en 2019 y 2018, los dos años anteriores a la pandemia.

Sin embargo, en términos desestacionalizados, la afiliación creció en agosto en casi 18.000 personas, según esta estimación realizada por los técnicos del ministerio.

La educación es responsable de casi un tercio de la pérdida de afiliados, al deshacerse en agosto de casi 60.000 cotizantes, el 6,2% de todos sus empleados. Le siguen – muy lejos – la construcción, con 17.000 cotizantes menos; las actividades administrativas, con similar cifra; la industria, 15.000 menos; y las actividades artísticas y recreativas, igual.

Entre los autónomos, la mayor pérdida de empleo se encuadra asimismo en la educación, a la par que el comercio, en el lento y sostenido declive de la actividad comercial dentro del régimen especial.

En las Administraciones Públicas, por su parte, en julio, el empleo creció un 3,2% anual en el último año, con 91.500 nuevos afiliados en alta; un tercio de ellos encuadrados en la Administración estatal, donde el empleo crece más de un 8%, según los Inventarios de Entes de Administraciones Públicas por ámbito territorial.

El número total de afiliados a la Seguridad Social se sitúa en 20,7 millones de personas; unos 555.000 más que un año atrás, el 2,8% más.