El Gobierno y/o la UE impedirán que Telefónica sea controlada por Saudi Telecom

07/09/2023

Miguel Ángel Valero. Los operadores nacionales siguen siendo activos estratégicos sobre los que puede resultar "difícil" aceptar la influencia extranjera, advierte Scope.

Las inversiones extranjeras en las telecos europeas son un asunto delicado desde el punto de vista político, advierte Scope Ratings en un análisis sobre la irrupción de Saudi Telecom (stc) en el accionariado de Telefónica. Ve «poco realista» la posibilidad de una operador pueda acabar controlada por un Gobierno no europeo.

A los promotores de operaciones transfronterizas les ha resultado «difícil convencer a las autoridades europeas de sus buenas intenciones», porque los operadores nacionales siguen siendo activos estratégicos sobre los que puede resultar «difícil» aceptar la influencia extranjera, «incluso cuando el Estado ya no es accionista, como ocurre en el caso de Telefónica».

Los expertos de Scope ponen como ejemplo el intento fallido de la mexicana América Móvil de adquirir KPN en los Países Bajos, a pesar de que el Gobierno ya no era accionista, así como los «tímidos planes» de fusión de KPN y Belgacom (ahora Proximus) o de Swisscom y Telekom Austria, que «quedaron en nada».

«En Austria, América Móvil tuvo que firmar un acuerdo especial de participación con el Gobierno austriaco para convertirse en el principal accionista de Telekom Austria. Mientras tanto, operadores de Oriente Medio como STC y la emiratí Etisalat (que participa en Vodafone) están controlados por sus Gobiernos (64% y 60%, respectivamente). Sería poco realista pensar que un operador europeo de telecomunicaciones pudiera acabar cayendo bajo el control de los Gobiernos saudí o emiratí», insiste el análisis de Scope Ratings.

La falta de sinergias es otro elemento que a juicio de la agencia juega en contra de este tipo de operaciones por parte de inversores extranjeros en los operadoras europeos. Los servicios de telecomunicaciones se caracterizan por su estructura nacional, con diferentes regulaciones –incluso en Europa–, distintos competidores, hábitos de los consumidores, redes y estructuras.

«Todo ello juega en contra del ahorro de costes y el aumento de ingresos. Un minuto de servicio de voz móvil o un gigabyte de datos móviles producido en Arabia Saudí no puede venderse en España, y viceversa, aunque stc poseyera el 100% de Telefónica», destaca el análisis.

«Estas dos características del sector europeo de las telecomunicaciones han dado lugar a escasos beneficios, como puso de manifiesto la inversión de América Móvil en KPN. La cotización de Vodafone ha bajado un 45% desde que Etisalat hizo pública su participación inicial del 10% en Vodafone en mayo de 2022. A los operadores tradicionales europeos no les ha ido mucho mejor, como demuestra la inversión de Deutsche Telekom en la griega OTE o, más recientemente, en BT», añade.

El análisis de Scope Ratings añade que las inversiones en países vecinos tampoco han tenido más éxito, y pone como ejemplos la entrada del magnate francés de las telecomunicaciones Xavier Niel en Telecom Italia, las adquisiciones del operador sueco Telia en Finlandia y Noruega y las inversiones de Orange en España (Amena, Jazztel), «que provocaron una pérdida de valor de 4.000 millones€ en 2021».

«Estas dificultades, junto con las limitadísimas posibilidades de consolidación de la telefonía móvil nacional por motivos regulatorios, nos hacen pensar que el riesgo de fusiones y adquisiciones sigue siendo limitado en Europa desde el punto de vista crediticio, incluso a medida que los nuevos inversores buscan diversificación fuera de sus mercados de origen», concluye el análisis de Scope Ratings.

Europa necesita ‘campeones sanos’

JP Morgan, como Scope, compara la operación de Saudi Telecom en Telefónica con la de Emirates Telecommunications (Etisalat) en Vodafone, de la que controla el 14,6% y cuya participación puede elevarse hasta el 25%.

«La toma de participaciones en Vodafone, y ahora en Telefónica, sin duda llamará la atención de la Comisión Europea. Solo queda esperar que, por fin, las autoridades reconozcan que se necesita urgentemente un cambio normativo para apoyar los mayores rendimientos necesarios para crear ‘campeones’ europeos sanos», han valorado los analistas de JP Morgan.

En la misma línea, Citi avisa que «tras la excitación inicial» la mayoría de los inversores «mirará lo que le ha pasado a Vodafone desde la compra inicial de la participación» de Etisalat. La entrada saudí en la operadora española no cambiará mucho la estrategia a corto plazo de Telefónica, ya que no tendrá una postura activa en la definición de la hoja de ruta del equipo presidido por José María Álvarez-Pallete.

En relación con la necesidad de la aprobación por parte del Gobierno de la operación debido a la normativa ‘antiopa’, Barclays Bank no cree que suponga un problema debido a que el grupo saudí no ha manifestado su intención de adquirir una participación de control o mayoritaria y que su inversión es puramente financiera.

«Esta inversión es otro ejemplo del interés por las deprimidas valoraciones de las telecomunicaciones europeas por parte de inversores extranjeros», subraya.

Banco Santander también ha establecido paralelismos entre la operación de stc en Telefónica y la de Etisalat en Vodafone y avisa que si el grupo saudí decidiese elevar por encima del 10% su participación en la operadora española el proceso de aprobación por parte del Gobierno podría durar «hasta seis meses».

El Sabadell cree que la irrupción saudí en Telefónica «pone de manifiesto la valoración atractiva» de la operadora española.

Admirals destaca que la operación ha sido «bien recibida» por los accionistas de Telefónica, dado que el grupo saudí pretende «mantener la política de remuneración por dividendo, además de ratificar el hecho de que estén alineados con la misma estrategia de Telefónica en cuanto a su visión del uso de la tecnología».

«El efecto en las inversiones y la inyección de financiación podría verse reflejado en los fundamentales de la compañía a partir de la segunda mitad de 2024 en adelante. Las acciones de Telefónica rebotan más de un 20% en lo que va de año, pero sigue anclada por debajo de los 4 euros y no logra superar la resistencia de largo plazo. Definitivamente, la inclusión de Saudi Telecom en el accionariado podría beneficiar al precio de las acciones de Telefónica en el medio y largo plazo», argumentan sus analistas.

Remuneración al accionista y modelo de negocio, los retos

Joaquín Robles, de XTB, reconoce que «aunque todavía es necesaria la autorización del gobierno, todo hace prever que Saudi Telecom se convertirá, con el 9,9% de las acciones, en el mayor accionista de Telefónica», y subraya que «la compañía de origen saudí ha afirmado que no tiene intención en participar en la gestión y definió esta operación como una oportunidad de inversión».

«El mercado está a la espera de que la compañía española publique su nuevo plan estratégico durante este último tramo de año. Hasta ahora, el principal objetivo era el de desinvertir en activos no estratégicos para reducir deuda y centrarse en sus cuatro principales mercados: España, Reino Unido, Alemania y Brasil. Pero la mala evolución del precio de la acción, que desde la entrada de su actual presidente cae un 60%, ha precipitado la necesidad de un giro hacia un modelo de negocio más rentable», subraya.

«El sector de las telecomunicaciones en Europa es cada vez más competitivo, lo que ha provocado una progresiva caída en la factura media. Telefónica ha dejado atrás las inversiones en infraestructuras para reducir su apalancamiento, y está enfocándose en negocios digitales como el almacenamiento en la nube o la ciberseguridad, que tiene un mayor margen de beneficio y potencial de crecimiento», añade.

«La elevada deuda en un entorno de subidas de tipos continúa siendo el mayor freno de la compañía. A pesar de que el 80% está a tipo fijo y tiene cubierto los vencimientos para los próximos tres años, sigue siendo percibida por el mercado como una gran amenaza. Otra de las grandes preocupaciones de los inversores será si modificará su política de dividendos, que actualmente supera el 6%. La entrada de entrada de la saudí STC no debería alterar una política de retribución al accionista, que ha sido uno de los emblemas de la compañía», opina este experto.

El sector de las telecomunicaciones en Europa está despertando un gran interés por parte de los países del Golfo Pérsico, que ya entraron también en el accionariado de Vodafone el año pasado y compraron una participación mayoritaria en PPF Telekom Group. Los mercados árabes se están saturando, por lo que otros están ofreciendo un mayor potencial de crecimiento.

«Este tipo de incursiones ya las hemos visto en otros sectores como el turismo durante los últimos años, y por la reciente experiencia no esperamos cambios destacados en la gestión de la compañía», concluye el analista de XTB.

El 8 de noviembre, Día del Inversor de Telefónica

REUNIÓN EN ARABIA SAUDÍ

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, y el consejero delegado de la compañía, Ángel Vilá, viajaron a Arabia Saudí para reunirse con los máximos directivos de Saudi Telecom. En stc insisten en que es «demasiado prematuro» hablar sobre la posibilidad de sentarse en el consejo de administración de Telefónica.

Pero en el aire flota una remodelación de este órgano, aprovechando la entrada del grupo saudí y siempre que ésta logre el nihil obstat del Gobierno y de la UE.

El nuevo plan estratégico 2023-2026 que Teléfonica presentará el 8 de noviembre en su ‘Investor Day’ es otro de los asuntos que centra la atención de los mercados.

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