El presidente de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam), Juan Antonio Sánchez Torres, ha calificadop el impacto de la crisis económica y financiera como un «reventón simultáneo de las cuatro ruedas» para los concesionarios, ya que está afectando a las 60.000 empresas del sector de la distribución por igual, ha supuesto la pérdida de 40.000 puestos de trabajo y de 2.500 pymes, y sólo «sobreviven» las más fuertes y mejor situadas.

Todo esta debacle se debe a la caída de las ventas, cuyo volumen se ha desplomado a la mitad en los últimos cuatro años, pasando de 1,6 millones de matriculaciones a poco más de 800.000 unidades en 2011. En parte, según Sánchez Torres, la responsable es la caída de la financiación, puesto que en nuestro país más del 83% de los turismos se pagan a plazos y el 100% de los vehículos industriales.

Otro subsector que tampoco puede ver la «luz» es el de los vehículos de ocasión, pese a haber crecido este año un 3%, porque se está viendo «eclipsado» por las ventas entre particulares, con el consiguiente perjuicio en la seguridad vial. Además, los vehículos de ocasión que se venden cada vez tienen mayor antigüedad y kilómetros, lo que sumado a que cada vez se venden menos vehículos nuevos lleva al parque automovilístico español a ser de los más viejos de Europa. El 43% de los vehículos que circunlan por nuestras carreteras tienen más de 10 años, son más contamiantes, consumen más y son muchos más inseguros.

Esta catastrófica situación también afecta a los talleres de reparación, dado que a la caída del 21% del parque circulante, se ha sumado que muchos conductores por la situación económica no llevan a sus vehículos a las revisiones reglamentarias y esperan mucho más tiempo para reparar las averías.

Ante esta situación, Ganvam pide un plan de ayudas que devuelva la confianza al mercado, algo «irrenunciable», mientras Sánchez Torres denunció que se el Gobierno ponga como prioridad el coche eléctrico, cuando el mercado está cayendo un 50% desde 2007. En Ganvam están a favor del coche eléctrico, pero entienen que en la actual situación, las prioridades deben ser otras.

Por todo ello, la «gran llorada» que desde esta asociación hacen al nuevo Gobierno, es un plan de achatarramiento, la reducción del IVA, la eliminación del impuesto de matriculación, revisar las sanciones que imponen las ITV y que se mantenga el Ministerio de Industria, ante los rumores de su posible desaparición. De lo contrario, «la distribución de este sector «está en riesgo de desaparecer».