Las inundaciones en Libia, provocadas por el ciclón Daniel, han provocado al menos 2400 muertos y 10 000 desaparecidos, según los datos oficiales.

La zona más afectada es sin duda la ciudad de Derna, donde reventaron dos presas, lo que hizo que el agua fluyera hacia dentro de la ciudad, con barrios enteros que se fueron arrastrados al mar.

La Media Luna Roja trata de frente a la magnitud del desastre y garantizar el acceso de la población a instalaciones sanitarias básicas o servicios de salud, a refugio y gestión de refugios, alimentos y artículos alimentarios, primeros auxilios, apoyo social y restablecimiento de los vínculos familiares. Además de la gestión de los cadáveres.

La Media Luna Roja ha pedido toda la ayuda internacional posible, y asegura que la devastación es similar a la provocada por el terremoto de Marruecos.

El primer ministro del Gobierno de Unidad Nacional, Abdulhamid Debiba, asegura que el Estado indemnizará a todos los afectados por las inundaciones y decretó tres días de luto por las víctimas además de ordenar que las banderas ondeen media asta.

La Misión de Naciones Unidas en Libia sigue de cerca la situación de emergencia para brindar asistencia humanitaria urgente para complementar los esfuerzos nacionales y locales.

La situación se agrava por la división política, con dos administraciones rivales, una en el este y otra en el oeste, con sus respectivas milicias.