«Los indicadores y datos disponibles apuntan a una desaceleración del crecimiento económico para la segunda mitad del año que viene acompañado, además de cierta pérdida de dinamismo en lo que se refiere al mercado de trabajo», asegura durante su intervención en Nueva Economía Fórum.

«La desaceleración económica que anticipábamos antes del verano ahora parece que se va a producir con mayor intensidad y con mayor anticipación», insiste.

En sus últimas previsiones, la AIReF anticipó un crecimiento económico en 2023 del 2,3%, y del 1,9% en 2024.

Cristina Herrero culpa de ese freno a la persistencia de la inflación subyacente, el repunte en los precios del gas y del petróleo, el deterioro del comercio internacional y la traslación del endurecimiento de las condiciones monetarias a la economía real.

Las subidas de tipos del BCE sitúan a España «en una posición ciertamente vulnerable», con una ratio de deuda del 110% del PIB. El déficit público terminará este año en el 4,1%, y bajará al 3% si se retiran las medidas que adoptó el Gobierno central para hacer frente a la crisis energética y a la inflación, que suponen un impacto del 1,1% del PIB en 2023, y si las Administraciones territoriales moderan el gasto.