El crecimiento del PIB español se ha estancado durante el verano y se estima una evolución negativa del PIB en el tercer trimestre de 2023 (–0,1%). De confirmarse esa previsión, que ya tiene en cuenta la revisión del INE de la contabilidad nacional publicada el 18 de septiembre, se dirá adiós a cinco trimestres de crecimiento ininterrumpido, según el tercer informe ‘MacroInsights’, elaborado por EY Insights y EsadeEcpol.

No obstante, el informe subraya que, incluso en un escenario de crecimiento plano o ligeramente negativo en el cuarto trimestre de 2023, el PIB español acabaría creciendo a cierre de año en torno al 2%, por encima de Alemania, Francia o Italia.

El informe pone el foco en que la renta por habitante apenas ha crecido en los últimos quince años en España, mientras aumenta la distancia de España respecto a las otras grandes economías europeas.

Pero llama la atención la evolución del PIB: crecimiento del 0,4% en el 4º trimestre de 2022; 0,5% en el primero de 2023, 0,4% en el segundo, y previsión del -0,1% en el tercero.

Aunque EY y Esade no hacen una previsión para el cuarto trimestre de 2023, sí la efectúan para todo el ejercicio: si el INE confirma, a finales de octubre, un crecimiento plano en el tercer y cuarto trimestre, el PIB registraría un avance del 2% en 2023. Este porcentaje contrasta con el -0,3% de Alemania, el 0,8% de Francia, o el 1,1% de Italia.

Estancamiento de la renta per cápita

Pero el informe avisa que España sigue mostrando una demanda interna 2,7 puntos menor que en 2008, año en que estalló la crisis financiera internacional. Pese a que el consumo público ha crecido  el 15,3% acumulado en los últimos 15 años, no ha logrado compensar la caída del privado (-2,1%) y, sobre todo, la profunda contracción de la inversión (-21,7%). Esto impide a la demanda interna recuperar los niveles de 2008, generando un “estancamiento de la renta per cápita”.

La renta per cápita real en España, métrica fundamental para el bienestar de los ciudadanos, permanece en los mismos niveles de hace 15 años, en los que se han sucedido varias crisis: la financiera internacional de 2008-2009, la fiscal y de deuda soberana en la Eurozona de 2011-2013 y la pandemia global de 2020.

La renta media española en 2022 rozaba los 40.000$, y la brecha frente a la UE se amplió hasta el 16%, el mismo diferencial que a principios de los 80. Esade y EY vaticinan una tendencia alcista muy suave, que colocará éstra en los 45.000$ en 2040, solo por encima de Bulgaria y Grecia.

Si se consolidan estas previsiones, países como Hungría, Polonia y Rumanía pueden igualar la renta media española a finales de esta década. Portugal podría adelantar a España en la próxima década, e Italia podría tener una renta real entre un 10 y un 15% superior a la española.

Para que España evite esta dinámica y mantenga su posición, debería crecer durante la próxima década y media entre un 1,4% y un 1,6% cada año. La Autoridad Independiente de Evaluación Fiscal (AIReF) espera un 1% para ese mismo periodo. Ese crecimiento en torno al 1,4%-1,6% anual es inferior al registrado por España en el periodo 1980-2007 (2,4%) y al de la UE (1,8%).

Además, en contra de España juega el envejecimiento, que puede suprimir las dos grandes ventajas sobre el resto de Europa: población en edad de trabajar y horas trabajadas.

Por eso el informe de Esade y de EY recomienda impulsar la innovación, atenuar la estructura empresarial atomizada, corregir la falta de calidad institucional, mejorar la eficacia del sector público, y aumentar la tasa de empleo.