El acoso escolar lleva años formando parte, desgraciadamente, de la realidad
de numerosos alumnos. Una problemática que regresa con la llegada del
nuevo curso, y que se ha extendido y adaptado al entorno digital, donde los
estudiantes se enfrentan a amenazas y ciberacoso a través de dispositivos
electrónicos y de las redes sociales. Uno de cada cuatro
estudiantes corre el riesgo de ser víctima de acoso digital.
Consciente de los devastadores efectos que el ciberacoso tiene para la salud
mental de los alumnos y sus familias, así como las consecuencias para el
rendimiento académico y vida personal de los jóvenes, Mapfre decidió incluir
en 2022 servicios contra el ciberbullying en las pólizas Oro y Platino
de su seguro de Accidentes para alumnos.
De este modo, la aseguradora pone a disposición de sus clientes herramientas
preventivas contra el ciberbullying como el seguimiento de las apariciones del
menor en internet, el borrado de publicaciones dañinas sobre el menor o la
seguridad digital.
La compañía ofrece también a sus asegurados servicios de
respuesta contra el acoso virtual. Entre estos, cabe señalar la recuperación del
control de cuentas hackeadas, la eliminación de contenido publicado sin
permiso, la obtención de evidencias digitales, investigación y análisis de la
actividad, o la emisión de certificaciones y elaboración de informe pericial en
presencia de un notario, entre otros.
Además, con el fin de hacer frente al acaso escolar de cualquier índole, sea
este presencial o digital, y velar por el bienestar mental de los estudiantes y sus
seres queridos, la aseguradora garantiza asistencia psicológica por acoso en
casos de gravedad, en los que se haya llegado a interponer una denuncia.
El seguro de accidentes para alumnos de Mapfre también ofrece este servicio a los alumnos en caso de fallecimiento de los padres, o a los padres en caso de defunción de los hijos.
El ejemplo de Alberto
Entre las situaciones de ciberacoso gestionadas por Mapfre en el último año
destacan casos como el de Alberto (nombre ficticio), que con 14 años que recibía insultos y amenazas a través de su teléfono móvil, vía WhatsApp.
Con el fin de hacer frente a este conflicto, la familia del Alberto hizo uso de su
póliza de Accidentes para alumnos de Mapfre, gracias a la cual consiguió
obtener un informe forense que certificaba las evidencias por las que el menor
había sufrido acoso, de forma que pudieran denunciar el caso si así lo
deseaban.
La aseguradora realizó un reporte de la huella digital del menor, para
comprobar si había información o imágenes publicadas sin su consentimiento
en redes, y procedió al borrado de los elementos ofensivos publicados.
Además, se recomendó a la familia instalar en los dispositivos del joven un
control parental.
Otro episodio es el que le ocurrió a María (13 años, también nombre ficticio), quien alertó a sus padres de que un alumno de su colegio estaba enviando fotos suyas por
WhatsApp y publicándolas en Instagram sin su consentimiento.
La familia de la menor, que disponía del seguro de Accidentes para alumnos de Mapfre, contactó con la compañía para hacer frente a la situación. El departamento de ciberseguridad de la aseguradora procedió a recopilar toda la información sobre el caso y elaboró un informe pericial que permitió a la familia denunciar lo ocurrido y mostrar las evidencias ante el juez.
Además de los incidentes de acoso por redes sociales, Mapfre también
ayudó a alumnos como Javier (16 años, nombre ficticio) a recuperar el control de sus cuentas personales. En este caso, el joven perdió el poder sobre su correo electrónico
cuando olvidó cerrar su sesión y uno de sus compañeros aprovecho para
hackear su cuenta, cambiando la contraseña y enviando mensajes en nombre
de Javier sin su permiso. Gracias al servicio de recuperación de cuentas
hackeadas incluido en la póliza de Mapfre, el joven pudo recuperar su
dirección de correo electrónico.
Seguro de Accidentes para alumnos
El Seguro de Accidentes Mapfre para alumnos está adaptado a las necesidades de cada centro y cubre los accidentes sufridos durante la realización de las tareas docentes propias del centro, las excursiones o viajes organizados y las actividades extraescolares.
Además del servicio contra el acoso escolar, este producto incluye, según la modalidad contratada, coberturas para situaciones que se escapan a la protección del seguro escolar obligatorio, como los gastos de estudio para el caso de que el accidentado no pueda acudir a las clases (hasta 3.000€), asistencia psicológica, asistencia sanitaria (hasta 3 años de asistencia) y rotura de gafas (hasta 200 €), entre otras.
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