El nuevo hotel del Pirineo Aragonés del que todo el mundo habla

04/10/2023

Carmela Díaz. Se trata de una estación ferroviaria en el paso fronterizo que comunicaba España con Francia a través del Pirineo Aragonés.

En una antigua estación a pie de montaña y con mucha historia, se encuentra Canfranc Estación, a Royal Hideaway Hotel, el hotel ubicado en uno de los pueblos más bonitos de nuestra geografía, en pleno corazón de un paraíso natural. Un alojamiento muy especial que merece la pena conocer, especialmente ahora que estamos a las puertas del encanto y las atrayentes tonalidades que el otoño regala en estos parajes.

El entorno. Canfranc es un pueblo que inspira historia. Se trata de un lugar pintoresco con un centro histórico declarado Conjunto Histórico Artístico, en el que destaca su iglesia parroquial de la Asunción, la antigua torre de Aznar Palacín del siglo XII o el puente de los Peregrinos sobre el río Aragón. En los alrededores también se encuentran las grutas de Villanúa, que merece la pena visitar por sus características geológicas y la fauna que habita en su interior. Además, su naturaleza fronteriza y climatología permiten realizar actividades en la nieve como esquí alpino, snowboard o esquí, aprovechando también la cercanía con las pistas de Astún y Candanchú.

Entre toda esta naturaleza se encuentra Canfranc Estación, este hotel de reciente inauguración, uno de los mayores hitos del Aragón del siglo XX. Se trata de una estación ferroviaria internacional en la que antiguamente se encontraba el histórico paso fronterizo que comunicaba España con Francia a través del Pirineo Aragonés. Se inauguró en julio de 1928, entre 1942 y 1943 tuvo su máximo esplendor, coincidiendo con la II Guerra Mundial, y finalizó su servicio en el año 1970. A día de hoy, la estación alberga todos esos recuerdos de la época dorada del ferrocarril de los años 20.

Gastronomía para disfrutar. Eduardo Salanova y Ana Acín son los responsables de todo el proyecto gastronómico del hotel, que incluye El Internacional, el restaurante principal que ofrece una experiencia gastronómica informal y divertida. Por su parte, Canfranc Express presenta una original propuesta que fusiona el recetario tradicional aragonés con creaciones de vanguardia en el que el cordero del Pirineo es el protagonista, en homenaje al mítico pasado de la estación. A esta propuesta se suma la de 1928, un guiño al viaje en tren que se realizaba desde los valles del Pirineo Aragonés hasta llegar al París de los años 20. El menú, maridado con los mejores vinos de ambas vertientes, es una reinterpretación de Salanova del menú que se sirvió aquel 18 de julio de aquel año, fecha en la que se inauguró la Estación Internacional de Canfranc.

El diseño. El interiorismo parte de un proyecto liderado por Ilmiodesign que ha sabido conferir una personalidad propia a cada espacio, en los que el hilo conductor evoca el encanto y elegancia de los años 20. El lobby es uno de los espacios más singulares de este establecimiento de lujo, gracias a que se ha recuperado el suelo original de la parte central y las antiguas escaleras que daban acceso a la estación. También en los tejidos se ha querido plasmar un plus de personalidad, como es el caso de los cabeceros de terciopelo que recuerdan a los tapizados de los asientos de los vagones de aquella época. Además, todas las habitaciones cuentan con estupendas vistas y panorámicas al Pirineo Aragonés.

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