Pedro Sánchez ha pedido tiempo, algo que ha indignado a los populares. El fantasma de una repetición electoral está muy presente y aparentemente no parecen interesar a nadie. Al PP por temor a sufrir un serio revés y los socialistas en las urnas y los socialistas ante la posibilidad de quedar más prisioneros que ahora de Puigdemont,

Como lo que se está cociendo entre bastidores se queda entre bastidores y en política lo que es verdad hoy puede ser una gran mentira mañana, se ha de recurrir al sentido común para intentar aproximarse a lo que pasa, con el riesgo de equivocarse.

Los partidos que han de configurar una posible mayoría se hacen querer y suben sus apuestas, incluso lo hace Sumar y el resto de compañeros de viaje no se quedan atrás… pero también son conscientes que si estiran demasiado la cuerda el protagonismo que les han dado las urnas, sobretodo a los partidos nacionalistas, pueden quedar en nada en caso de unas nuevas elecciones (claro que también pueden hacerles más importantes, como pasó con Ciudadanos y Podemos en pasadas elecciones con resultados diametralmente opuestos).

Ahora abundan las encuestas en los medios y parece que los resultados están hechos a para satisfacción de los clientes. Sin embargo una encuesta bien hecha para consumo interno acostumbra a ser un fiel retrato de la situación. Y los principales protagonistas están a la expectativa sin cerrar puertas ni comprometerse demasiado. No es extraño que Pedro Sánchez no hable de amnistía ni que Carles Puigdemont tampoco ponga en su boca la palabra referéndum.

El PSOE esperará lo que le diga la demoscopia para decidir hasta donde puede llegar en sus concesiones para configurar una mayoría de investidura o bien jugársela en unas nuevas elecciones. La incógnita, estoy convencido, la decidirán las encuestas internas, no las que publican los medios.