‘Sin filtros’ (Contraluz, 431 páginas), la nueva novela de Paloma Bravo (autora de ‘La novia de papá’, ‘Los cuentos del koala’. ‘Solos’, ‘Las incorrectas’, ‘Una historia de amores’) es una obra que parte de un mensaje: «No hay nada más urgente para una mujer que ayudar a otra a creer en sí misma».

Una novela que demuestra que «la edad es un estado de ánimo» y que invita a «la revolución de las viejas». Porque «la rabia de las mujeres es la que cambia el mundo». Porque no cree «en la belleza de los sueños incumplidos».

Pero que también muestra muchas más evidencias: «A veces solo necesitamos oír lo que nosotros no nos atrevemos a decir(nos) para no caer en la soberbia ni en el delirio».

O que «el egoísmo es una forma socialmente tolerada de maldad y de negar a los demás».

También cita a Machado: «Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio». Y a Philip Roth: «La vejez no es una lucha. La vejez es masacre». Y a Hemingway: «Escribir no es complicado, solo hay que sentarse delante de la máquina de escribir y desangrarse». Y a Michaela Coel: «Escribe la historia que te dé miedo. La que te haga sentir insegura. La que no sea cómoda». Y a Lord Byron: «Antes de ser luz, tienes que arder»

Incluso da consejos: «Estrena siempre errores nuevos», porque «no se puede rebobinar, solo se puede aprender a intentar no repetir errores».

Paloma Bravo subraya que «ser padre no se acaba nunca». Y que «al paro no se sobrevive: el paro, en cuanto se alarga, mata. De hambre, de falta de autoestima, de miedo, de vergüenza, de depresión».

Uno de los personajes de ‘Sin filtros’ arremete contra la maternidad, porque «le parecía excesivo llamar acto de amor al hecho de traer al mundo a alguien que no lo ha pedido».

En ‘Sin filtros’ he encontrado la mejor descripción de lo que le sucede al periodismo: «malvivir pendiente de unos anunciantes que ya no creían necesitar a los medios; unos medios que, a veces, se olvidaban del respeto a sus principios y a sus lectores; y también, por qué no decirlo, unos lectores que huían de la información para entregarse a la frivolidad».

Una tribu de tres mujeres

Entre medias, ‘Sin filtros’ es la historia de Ana, que acaba de perder a su padre y escribe compulsivamente textos que no acaba; de Elena, que pelea por el trabajo que merece; de Sofía, que trata de mantener la lucidez. De una tribu de tres mujeres (y sus respectivas cargas) que han superado los 40, pero que son de generaciones distintas, que hablan de la maternidad, la pareja, la enfermedad, el edadismo, el paro, la adolescencia, que no se perdonan un drama. Pero que siempre encuentran tiempo para avanzar, para reírse, para poner en marcha una revolución.

Paloma Bravo ha escrito una novela sobre mujeres sin filtros, que pueden decir lo que les dé la gana sin pararse a sopesar las consecuencias, que se niegan a pedir perdón por envejecer. Que descubren que se exigen muchísimo como profesionales, como madres, como hijas, como amigas, y que les cuesta reservarse un mínimo tiempo propio, y todo un mundo hacerse valer, porque las mujeres tienden a aceptar lo que les dan y no a pedir lo que se merecen. Pero sobre todo averiguan que no hay nada más sanador que una carcajada en buena compañía.