El peronismo ganó claramente a las encuestas. El ministro de Economía, Sergio Massa, logra el 36,6% de los votos la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Argentina, frenando al ultraderechista Javier Milei, que consiguió el 30%. Ambos disputarán la segunda vuelta el 19 de noviembre .

El miedo a la ultraderecha venció al «¡que se vayan todos!» de Milei. Ahora toca captar los votos logrados por la exministra de Seguridad Patricia Bullrich, de Juntos por el Cambio, la alianza que en 2015 llevó a la Casa Rosada a Mauricio Macri, que evidencia la derrota de la derecha tradicional, con el 23,8% de los votos.

Massa había quedado tercero en las elecciones primarias obligatorias celebradas en agosto, detrás de Milei y Bullrich. Pero ha sabido ganarse a la provincia de Buenos Aires, donde se concentra el 24% del censo y donde nació, en sus barriadas más pobres, el peronismo hace 80 años.

Los mensajes de Milei contra los planes sociales, la educación y la salud pública y a favor de adelgazar la plantilla de funcionarios movilizaron a los argentinos.

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, cercano al kirchnerismo, obtuvo la reelección con el 44,9%.