Años 60, desierto de Atacama, Chile. María Magnolia es una mujer que a pesar de vivir bajo difíciles condiciones, trata de transmitir a su hija, María Margarita, su pasión por el arte. María Margarita se convertirá en la contadora de historias del pueblo, donde la mayor parte de sus habitantes no pueden pagarse una entrada de cine.

El resumen del argumento de «La contadora de películas» no hace justicia a la obra dirigida por Lone Scherfim, con guión de Walter Salles, Rafa Russo, e Isabel Coixet, y basada en la novela de Hernán Rivera Letelier. Los protagonistas son Bérénice Bejo,
Antonio de la Torre, Daniel Brühl, Sara Becker, Geraldine Neary, con música de Fernando Velázquez, y fotografía de Daniel Anayó. Llegó a las salas de cine españolas el 27 de octubre gracias a A Contracorriente Films, tras ganar el primer premio en la Seminci de Valladolid.

Es una película que transmite el recuerdo del buen cine con una mirada nostálgica y, al mismo tiempo, lleva al pasado sin maquillajes. Porque muestra las turbulencias políticas en el Chile de Frei, Allende y la dictadura de Pinochet, y la decadencia de los pueblos mineros del salitre en el norte de Chile.

Como en ‘Cinema Paradiso’, recupera los recuerdos asociados al viejo cinematógrafo. Y lo hace con una narrativa humanista, propia de un cinéfilo (la selección de las películas que van apareciendo indica los gustos y las preferencias de la directora y de los guionistas), con una carta de amor al cine.

En el fondo, es una conmovedora historia sobre cómo el cine puede unir a una comunidad y sobre cómo el arte ayuda a restaurar corazones rotos. Gracias a una chica que hereda el amor por el cina de su madre, transformándose en una gran intérprete en el escenario cuando le cuenta a su familia las imágenes que ha visto en el único cine de la ciudad.

Esta contadora de películas lo hace tan bien que se convertirá casi al instante en la estrella más destacada de la comunidad, ya que transporta a su audiencia a nuevos mundos, permitiéndoles olvidar su trabajo y escapar de las dificultades de su vida cotidiana.

Por eso «La contadora de películas» es una celebración de la capacidad del ser humano para sobreponerse a las circunstancias más duras, para encontrar amor, comunidad, inspiración y esperanza donde solo hay desierto.

Y una gran lección: a través de las historias que somos capaces de crear, entre todos podemos elevar nuestras vidas