Con las expresiones reglamentarias de viva España y viva el Rey, seguidas de cuatro minutos de aplausos, rubricaron los diputados y senadores el juramento de la Constitución por parte de la princesa Leonor de Borbón Ortiz al cumplir 18 años y alcanzar la mayoría de edad.

La futura reina recorrió el trayecto que separa el Palacio Real del Congreso de los Diputados en uno de los antiguos Rolls Royce de los que dispone la Casa Real, acompañada por su hermana Sofía y precedida por el auto con los reyes Felipe y Leticia. La comitiva ruló al paso de los caballos de la Guardia Real que la escoltó y fue vitoreada y aplaudida por el gentío que llenaba las aceras y la Puerta del Sol.

El presidente en funciones, Pedro Sánchez, recibió a los reyes y a la princesa y su hermana en lo alto de la Carrera de San Jerónimo. Allí escucharon el himno nacional y a continuación Felipe VI pasó revista a las compañías de honores de la Fuerza Aérea, el Ejército de Tierra, la Armada, la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía.

Ya al pie de la escalinata de entrada al Congreso, fueron saludados por los presidentes de ambas cámaras legislativas. A pesar del cielo plomizo, amenazando lluvia, el acto fue ameno y colorista.

La presidenta del Congreso, Francina Armengol pronunció un breve discurso, con referencias a la dolorosa y compleja situación internacional, elogios a los avances de las mujeres en la lucha por la igualdad y lamentos por no haber podido erradicar la violencia de género de nuestra sociedad. No olvidó la pluralidad del Estado español y en ese sentido, aunque los Ejecutivos y los diputados y senadores nacionalistas vascos y catalanes brillaron por su ausencia, citó versos en catalán del poeta valenciano Vicent Andrés Estelles, de la poetisa galega Xoana Torres y un breve párrafo sobre la estabilidad, la convivencia y el diálogo del escritor vasco Felipe Juaristi.

Acto seguido tomó juramento de la Constitución sobre el mismo ejemplar sobre el que jurara su padre al cumplir la mayoría de edad. Armengol consideró a la princesa Leonor “digna representante de este país moderno y abierto al mundo, joven cercana al sentir de su generación y a los retor que hay por delante como la crisis climática, la violencia de género y la mejor distribución de la riqueza”.

La jefa del Legislativo, que recordó el principio de “igualdad ante la ley” y señaló que el poder emana del pueblo soberano, realizó un llamamiento a la unidad: “Ser una mujer joven en la España de hoy, como lo es la princesa de Asturias, es saber que enfrentarnos a estos desafíos es la única manera de caminar hacia un futuro digno de ser vivido. Y debemos hacerlo juntos”. Concluyó su discurso explicando el simbolismo del acto: “Una alianza (de la Monarquía) con la España de hoy, que es responsabilidad de todos perfeccionar a través del diálogo y los consensos, respetando su diversidad, su pluralidad y haciendo de la estabilidad y la convivencia nuestra bandera”. Eso dijo.

Sobre el escenario, el presidente Sánchez no dudaba de que los dirigente de Junts, comenzando por el expresident Puigdemont, aceptarán el mensaje y votarán a favor de su investidura como presidente del Gobierno por cuatro años más.

En España, donde el dictador amnistió a todos los militares y asesinos de su bando algunos años después de acabar la guerra (indulto general le llamaron) y donde la amnistía de la sublevación y la dictadura fue el camino inaugural de la democracia, interesa más la convivencia y el reencuentro que la confrontación y la bronca con Cataluña. Y eso reclama también el 80% de la sociedad catalana. De ahí que Sánchez, “en el interés de España y en defensa de la convivencia entre españoles”, acepte y promueva la amnistía en Cataluña por los hechos acaecidos en la década pasada. Eso ha escrito a los militantes del PSOE, llamados a votar internamente el 4 de noviembre.