La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) confirma que el Estado está valorando la entrada en el capital de Telefónica a través de la Sociedad Estatal de Participaciones industriales (SEPI).

Carlos Balado, profesor de OBS Business School y director de Eurocofin, opina que «la posible entrada del Estado en Telefónica por medio de la Sepi está en línea con la participación de otros Estados en sociedades estratégicas dentro de la UE».

«Ahora bien, como empresa privada que es Telefónica, esa entrada debería producirse con el consenso del resto de accionistas, y la participación que adquiriese tendría que ajustarse a los precios del mercado para poner en el valor a la compañía», precisa.

«Esa entrada no debería impedir o excluir la de cualquier otro accionista que quisiera adquirir títulos de Telefónica porque, tanto en un caso como en otro, los beneficiarios finales serían todos los accionistas en la medida en que se captan nuevos fondos e inversores para la empresa de telecomunicaciones. Por otra parte, desde el punto de vista estratégico y geopolítico, en un contexto de agudas tensiones en Ucrania y en Israel, conflictos que afectan a la economía mundial, la fortaleza y seguridad de las empresas y de los inversores es esencial y, por esa razón, cuanto más protegidas estén las empresas, más atractivas serán esas compañías para los inversores», argumenta.

Víctor Ruiz Ezpeleta, profesor de OBS Business School, destaca que la Sepi, «herramienta del Estado en temas industriales y dependiente del Ministerio de Hacienda y Función Pública», está estudiando entrar en Telefónica mediante la compra de acciones por un porcentaje del 5%. Aunque desde el Gobierno se califica la noticia como “especulaciones”, no se ha desmentido y es una posibilidad a considerar, ya que «ha declarado en diversas ocasiones el carácter estratégico de la compañía para las telecomunicaciones en España, y gana peso tras la entrada de Saudi Telecom (STC) para hacerse con el 9.9 % de la compañía mediante distintos productos financieros».

«Es una buena noticia para el sector de las telecomunicaciones que exista interés en apoyar a Telefónica, querer protegerla frente a compras masivas de empresas y grupos de fuera de la Unión Europea, y esto aumenta su valor a nivel de marca. Todavía no se está reflejando en un aumento sensible del valor en Bolsa que, aunque está en positivo en el año, aún le queda mucho camino por recorrer en un mercado excesivamente competitivo y fragmentado. Es conocida la petición por parte de diversas empresas de dar luz verde a algunas fusiones solicitadas, y la burocracia sigue su camino a la espera de más noticias, pero sin duda que se hable de Telefónica en el sentido de interés positivo y compra de acciones infunde ánimos en el mercado de las telecomunicaciones», opina.

«Habrá que esperar todavía unos meses para que se concreten todas estas acciones y podamos ver por fin despegar a Telefónica con un aumento sólido del valor en Bolsa, que parece va tomando forma pero es más lento de lo que se estimaba en las previsiones a medio plazo. Todo ello, unido a la presentación del plan estratégico para el próximo 8 de noviembre, genera una expectativa cuanto menos mucho mayor de lo que se ha reflejado en los últimos años.