La vuelta a las aulas marcó un año más el comportamiento del empleo durante el pasado mes de octubre. El sector educativo recupera de golpe un 20% de sus afiliados. Y los bares dejan sin trabajo al 3,25% de sus camareros, sin turistas que atender. De resultas, el paro sube en unas 37.000 personas, la mejor cifra de todo el período prepandemia.

El afán por reducir la dependencia del verano ha dado sus frutos en el mercado laboral. El número de cotizantes con contrato temporal ha descendido con fuerza, hasta el 13% del total. Y otra porción de trabajadores — ahora en inactividad — espera ser llamado, tras la firma de un contrato fijo discontinuo.

Sin embargo, un sector — la educación — resiste la llamada a acabar con los contratos temporales. Y sigue echando a la calle, a pesar de las advertencias de los jueces, al 20% de sus trabajadores — no solo docentes — cada vez que llega el verano.

En octubre, ese vaivén infló de nuevo las cifras de afiliación educativa, con 190.000 nuevos cotizantes, un 19,3% del total. Y ayudó a compensar el cierre del chiringuito playero, que restó 50.000 afiliados a la Seguridad Social, por delante de otros sectores, como la sanidad y los servicios sociales, que junto a otras actividades ligadas a la Administración, terminaron su relación laboral con los sustitutos de verano.

Tampoco les fue mal a los autónomos, que ganaron casi 5.500 filiados; algo mejor que en los últimos años prepandemia.

Así, la Seguridad Social superó los 20,8 millones de afiliados medios a finales de octubre, un 2,6% más que hace un año.

Algún dato, sin embargo, da cuenta de cierta parálisis del mercado de trabajo, bamboleado por los conflictos bélicos y la crisis de precios, incluyendo el del dinero, que aqueja a la economía.

Y es que, si miramos la cifra de afiliación, depurada de su componente estacional y de calendario, el empleo apenas crece en 5.000 personas el pasado mes de octubre. Se trata de la peor cifra desde 2012, en el período prepandemia, y supone apenas una cuarta parte — la décima, si hablamos de 2018 — del empleo que se creaba en octubre en 2019.

El paro sube menos que otros octubres

Las cifras del paro también dan cuenta de este freno en la creación de empleo, en medio de una inercia muy positiva. Aunque el paro baja en términos desestacionalizados, y sube menos de lo habitual en este mes, habrá que esperar al mes de noviembre, con el arranque de la temporada navideña ampliada, para calibrar el carácter de esta ralentización en la creación de puestos de trabajo.

De momento los 37.000 parados más, en números redondos, del mes de octubre suponen menos de la mitad de los casi 100.000 más de octubre de 2019, y algunos menos que los 50.000 que de media subió el paro entre 2016 y 2018, aproximadamente.

De momento, continúa el aluvión, aunque algo debilitado, de contratos indefinidos, algo más de 600.000, que suponen en torno al 44% del total (los contratos estables no solían representar más del 10% del total antes de la aprobación de la reforma laboral de 2021).

De esos 600.000, algo menos de la mitad vinculan por jornada completa al trabajador, mientras que el resto implican menos jornada; bien sea en su distribución diaria (unos 150.000p a tiempo parcial), bien en su distribución anual (unos 210.000 son fijos discontinuos; el ‘contrato estrella’ de la última reforma laboral).

En cuanto a los temporales, de los casi 800.0000 firmados en octubre, el 70% se justifican por circunstancias de la producción, mientras otro 17% apelan a la sustitución de un trabajador; dos de los supuestos permitidos para usar contratos temporales en la última reforma laboral.

En septiembre, casi 1,7 millones de personas cobraron alguna ayuda al desempleo; un 66% del total; con un gasto en torno a 1.800 millones de euros.

La cifra total de parados se situó en octubre en 2,76 millones, un 5,3% menos que un año atrás.