Mariano Rajoy inició su intervención señalando que la prioridad de su Gobierno estará fijada en la creación de empleo para reducir las elevada cifra de paro, “5.400.000 españoles buscan empleo sin encontrarlo”, la estabilidad presupuestaria y numerosas reformas entre las que destacó esencialmente la laboral y la del sistema financiero.

El candidato a presidente de Gobierno  señaló la necesidad de “decir  le verdad, aunque duela” y pasó a enumerar las malas cifras macroeconómicas de la actualidad, y señalar que el futuro inmediato va a ser peor, para posteriormente empezar a desgranar cuáles serán sus líneas de actuación. Rajoy explicó que, según los cálculos de los actuales gobernantes y siempre y cuando se cumpla la previsión del déficit público global en 2011, la reducción del déficit en 2012 debe ascender a 16.500 millones de euros. No excluyó posibles medidas adicionales si son necesarias.

Para ello afirmó que solamente tiene un compromiso de aumento del gasto que es la actualización de pensiones que se aprobará en el Consejo de Ministros que se celebrará el 30 de diciembre. Todas las demás partidas de gasto son susceptibles de ser revisadas, afirmó. Naturalmente que a la baja. Respecto a los salarios de los trabajadores del sector público no dijo nada, salvo que no habrá, salvo en los cuerpos de seguridad del Estado, oferta de empleo público para cubrir las bajas que se produzcan el año próximo.

En el terreno financiero, el candidato a presidente se comprometió a que en el primer semestre del próximo año se habrá producido la reforma del sector financiero de cara a la creación de nuevas entidades sólidas y fiables capaces de volver a proporcionar crédito a las empresas y familias. Para ello señaló que es imprescindible proceder a un saneamiento de los balances de las entidades financieras mediante la venta de los inmuebles ya terminados que obran en su poder y mediante la valoración real de los activos más problemáticos.

Rajoy añadió que ello implicará el afloramiento de pérdidas ocultas en las cuentas de las entidades, lo que obligará a mayores saneamientos y recapitalizaciones, lo que implicará necesariamente un proceso de reestructuración y consolidación del sistema financiero. Es decir, en el verano del año próximo habrá menos bancos que serán más grandes y estarán más saneados. No concretó si la asunción de pérdidas correrá a cargo de las entidades, que luego serán capitalizadas mediante ayudas públicas o no.

Para llevar a cabo todo esto el PP quiere modificar el sistema de supervisión y regulación que actualmente desarrolla el Banco de España que ha sido objeto de críticas en los últimos meses.

La estabilidad presupuestaria sigue siendo el eje central del objetivo del nuevo Gobierno, del que no ha dado más detalles que la recuperación del Ministerio de Agricultura, y para ello se ha comprometido a llevar en el mes de enero al Parlamento un proyecto de ley de estabilidad presupuestaria que tenga como objetivos llegar a tener un máximo de deuda del 60% del PIB en 2020 y que a partir de ese año el déficit público no pueda superar el 0,4%.

En lo referente a la reforma laboral Rajoy ha recordado que espera que en la primera quincena de enero los agentes sociales le presenten los posibles acuerdos a los que hayan llegado y que en todo caso los objetivos de la ley que se ha comprometido a llevar ante el Congreso antes de abril se fijará en conseguir la creación de empleo; que estos tengan una mayor estabilidad y las empresas tengan una mayor flexibilidad interna para poder hacer frente a los desafíos que se les presenten. Rajoy dijo que se van a concentrar las fiestas laborables en los lunes “salvo las de arraigo social”. Con un calendario más amplio el nuevo Gobierno quiere poner en marcha un plan de empleo juvenil que contemple la bonificación del 100% de las cotizaciones sociales para los contratos a jóvenes durante el primer año y siempre que se trate del primer empleo.

En el terreno fiscal el candidato ha señalado que considera necesario poner en marcha una amplia reforma fiscal, pero que será a finales de la legislatura. Si ha concretado que con carácter inmediato quiere que se apruebe la compensación automática de deudas de la administración con ingresos que deban efectuar las empresas y que las pymes y los autónomos no tengan que abonar el IVA cobrado a cuenta hasta que efectivamente lo hayan percibido. En un claro intento de revitalizar la construcción ha anunciado que se mantendrá el tipo súper reducido para la adquisición de viviendas y que se reimplantará la deducción por compra de la primera vivienda.

Las administraciones públicas van a ver muy afectado su funcionamiento, según los planes de Mariano Rajoy por cuanto que a la no existencia de oferta pública de empleo en 2012, ha anunciado la necesidad de que haya un pacto entre todas las administraciones “por la austeridad y la eficiencia” que no ha concretado y el establecimiento de controles previos y la petición de responsabilidades a los gestores públicos para que “no autoricen un gasto que no tenga respaldo presupuestario”. Ha prometido, una vez más, una clarificación de las subvenciones públicas, y una modificación de la ley para que las televisiones públicas puedan ser gestionadas con un nuevo modelo, es decir con su privatización.

Rajoy se ha comprometido a reducir el número de organismos reguladores y modificar el sistema de nombramiento de sus responsables, dando más papel al Parlamento en su nombramiento.

En el terreno energético ha señalado que el déficit tarifario, creado por el PP en su anterior etapa de Gobierno, no es sostenible pero que no puede descargarse exclusivamente sobre los consumidores porque haría menos competitiva a la economía española.  Ha dejado claro que se seguirá manteniendo la energía nuclear como fuente de generación.

Por último, Rajoy se ha mostrado partidario de suprimir las prejubilaciones de trabajadores, “salvo en casos muy excepcionales” e impedir que las prestación por desempleo “siga siendo como en los últimos años, un mecanismo de prejubilación en muchos casos”. El candidato a presidente se ha mostrado partidario de prolongar voluntariamente la edad de jubilación y de que puede ser compatible la percepción de una parte de la pensión con seguir realizando algunas actividades profesionales. El PP quiere volver a modificar las pensiones ampliando a toda la vida laboral el cálculo de la percepción.