Telefónica se compromete a un dividendo mínimo de 0,3€ por acción hasta 2026

08/11/2023

Miguel Ángel Valero. “No somos solo una compañía de telecomunicaciones; somos un supercomputador”, proclama su presidente, José María Álvarez-Pallete.

GPS, las siglas en inglés de Crecimiento, Rentabilidad y Sostenibilidad. Así bautiza Telefónica su plan estratégico 2023-2026, con el que vuelve a hacer previsiones a tres años vista (abandonó la tradición con la crisis financiera internacional de 2007).

Su presidente, José María Álvarez-Pallete, acompañado por la cúpula directiva de Telefónica, resalta ante los analistas el compromiso para mantener la remuneración al accionista en estos tres años. Así, Telefónica se compromete a abonar, como mínimo, un dividendo de 0,3€ por acción en el periodo 2023-2026. Esto supone destinar 6.880 millones, 1.720 millones anuales, a remunerar a sus accionistas.

Además de acelerar la reducción de la deuda, abre la puerta a recompras de acciones, que se financiarían con excesos de caja o la venta de activos.

Otros compromisos de Telefónica son:

  • un crecimiento anual del 1% de los ingresos;
  • crecimiento del 2% del ebitda
  • reducción de los costes indirectos y la neutralización del impacto de la inflación,
  • crecimiento del 5% de la caja operativa o ebitda después de arrendamientos
  • crecimiento por encima del 10% de la generación de caja, hasta los 5.000 millones en 2026, frente a los 4.000 millones previstos para 2023
  • la deuda financiera neta se reducirá hasta una ratio de 2,2-2,5 veces el ebitda después de arrendamientos en 2026. En la actualidad, este ratio está en un rango entre 2,7 y 2,8 veces.

El plan GPS se apoya en el crecimiento de los segmentos B2C y B2B, en los ingresos derivados de la relación con los partners, en la obtención de mayores eficiencias para reducir la estructura de costes, y en mantener el perfil diferencial de la compañía con una menor inversión, tras el esfuerzo realizado en los últimos años en la fibra y el 5G.

Habrá una progresiva reducción de las inversiones sobre ventas (capex/ventas) para situarse por debajo del 12% en 2026, que representa una caída de más de dos puntos sobre los objetivos de 2023.

La reducción de los costes operativos se acelerará con el apagado del cobre en España en 2024 y de las redes de telefonía móvil 2G y 3G entre 2026 y 2027, los acuerdos de compartición de redes, el uso de infraestructuras abiertas y de herramientas de inteligencia artificial para una mayor automatización de los procesos, la optimización de los arrendamientos y la reducción de los costes energéticos.

En el segmento minorista (B2C), la tasa anual media de incremento de los ingresos entre 2023-2026 se situará en el 1,5%, ritmo que en el caso del segmento empresarial (B2B) llegará al 5% gracias a la filial Tech.

Ésta registrará una tasa anual de crecimiento del 18%, para terminar 2026 con unos ingresos de 3.000 millones. El grupo destinará más de 1.000 millones a adquisiciones para reforzar precisamente a Telefónica Tech.

También se potenciará Telefónica Infra, creada en 2019 para dar visibilidad al valor de las infraestructuras de telecomunicaciones. En 2026 su huella de fibra hasta el hogar superará las 30 millones de unidades inmobiliarias, frente a las 20 millones actuales, y hará que el grupo rebase los 106 millones.

Liquidez y desregulación

En la presentación de GPS se hace hincapié en que el grupo tiene liquidez suficiente para cubrir el calendario de vencimientos existente en este momento. Al cierre del tercer trimestre, Telefónica contaba con una posición de liquidez de 20.772 millones, cuando los vencimientos acumulados en los tres próximos ejercicios se sitúan en los 10.300 millones de euros.

“En este nuevo mundo digital, el sector necesita urgentemente una completa desregulación. La mejor forma de garantizar la autonomía estratégica de Europa y del sector de las telecomunicaciones es un marco regulatorio adaptado a las necesidades de los nuevos tiempos», advierte Álvarez Pallete, quien ha insistido en que la normativa actual “está obsoleta y debe apostarse por un total desregulación”.

En 5G, Telefónica espera alcanzar una cobertura del 90% de la población española en 2026; del 60% en Brasil, del 99% en Alemania, y del 70% en Reino Unido. Pero su presidente ya está pensando en los servicios de banda ancha ultrarrápida y la baja latencia, la programación basada en inteligencia artificial y los servicios en la ‘nube’, además de la actividad de los desarrolladores: “Telefónica está preparada para crear la nueva generación basada en servicios con API”.

Más gráficamente: “No somos solo una compañía de telecomunicaciones; somos un supercomputador”

Planes de baja y desinversiones

El consejero delegado, Ángel Vilá, subraya que, en 2026, más del 60% de los clientes serán convergentes, lo que supone una mayor fidelidad. Sobre el plan de bajas en España, se limita a afirmar que la compañía está preparando las negociaciones con los sindicatos. Y a abrir la puerta a reducciones de plantilla en otros mercados.

La directora financiera, Laura Abasolo, sugiere desinversiones pero también alianzas, como la firmada con AT&T en México.

Ningún comentario sobre Saudí Telecom ni sobre la posible vuelta del Estado al accionariado de Telefónica 26 años después de su privatización.

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