Somos conscientes de que, al hablar de términos jurídicos, es muy fácil confundirse y tener dudas en cuanto al significado de cada uno de ellos. Entre estos términos, es probable que alguna vez hayas oído hablar de los bienes raíces e incluso que lo hayas escuchado o leído en una frase fuera del contexto adecuado.

Y, aunque pueda parecer raro, no es un concepto que tenga que ver con la botánica ni con los árboles, aunque su significado pueda tener ciertas analogías con estos. Por este motivo, hemos consultado con el equipo técnico jurídico profesional barcelonés, Garanley, para aclarar su significado y que sepas exactamente de qué estás hablando en cada momento. Sigue leyendo si quieres saber qué son los bienes raíces y conocer más de cerca los distintos tipos que existen.

¿Qué son los bienes raíces?

Los expertos de Garanley nos comentan que existe una cierta similitud con el concepto de la botánica. Si pensamos en un árbol que está ubicado en el campo o en un jardín, sabremos que, lo más habitual es que haya creado un entramado de raíces que lo agarren al terreno con fuerza. Por lo tanto, un árbol, salvo determinadas excepciones, es un elemento que no se puede mover de su sitio.

Lo mismo ocurre con los bienes raíces, ya que este término coincide con el de “bienes inmuebles”, que es un poco más sencillo de entender. De este modo, los bienes raíces son aquellos bienes que, salvo excepciones, no se pueden mover o trasladar, por lo que están fijados a un entorno determinado. Nos referimos a edificios, terrenos, estatuas y cualquier otro elemento que se encuentre anclado al suelo o en el subsuelo.

En cambio, los bienes muebles sí que se pueden trasladar o, al menos, no se encuentran anclados al suelo. Por aclarar estos términos de una manera sencilla, podemos decir que estos son muebles, los ordenadores, las camas, la ropa, los objetos decorativos, así como libros, cuadros, armarios, etc. En cambio, un bien raíz puede ser, por ejemplo, un piso o una casa que alberga todos los bienes muebles. Dentro de estos también se incluyen los barcos y las aeronaves acuáticas, ya que también están fijados al medio, aunque, en este caso, sea el acuático.

En las empresas, los bienes raíces o inmuebles se consideran como activos fijos en la contabilidad y finanzas. Por lo tanto, cuando se realiza una reforma en ellos, se considera que su valor se ve incrementado. Son, por lo tanto, una metáfora de las raíces de los árboles, lo que ayuda a entender este término con mayor facilidad.

¿Qué tipos de bienes raíces existen?

Como hemos comentado con anterioridad, existen distintos tipos de bienes raíces y, a continuación, te vamos a mostrar cuáles puedes encontrar. En rasgos generales, se pueden clasificar dentro de cuatro grandes grupos, aunque existen otras clasificaciones que atienden a otras cuestiones. Si quieres encontrar respuesta a otras cuestiones relacionadas con los conceptos jurídicos, puedes consultar este artículo de Palabreamos.

Primer grupo: los terrenos

El terreno es una propiedad de un particular o de varias personas que no se encuentra urbanizada y donde no se ha levantado ningún tipo de edificación sólida. En este sentido, podemos incluir las áreas forestales, los terrenos que se utilizan para el cultivo, así como las granjas, etc. Obviamente son bienes raíces porque no es posible trasladar un campo o el terreno a otro lugar.

Segundo grupo: los bienes raíces residenciales

Se trata de aquellas viviendas que proporcionan un hábitat a personas, ya sea a nivel individual o para familias. Estos se pueden adquirir para proporcionar residencia, pero también se pueden utilizar para generar rentabilidad económica, gracias al arrendamiento. Por ejemplo, podemos hablar de los alquileres, de los pisos turísticos, etc.

Como hemos comentado, las casas y los pisos se encuentran íntimamente ligados al suelo y, salvo contadas excepciones, no se pueden mover y trasladar a otro sitio. En definitiva, podemos decir que los bienes raíces residenciales son aquellos edificios o construcciones que sirven como residencia a las personas, con independencia de que sean un piso, una casa, un apartamento, un ático, etc.

Tercer grupo: los bienes raíces comerciales

Aquí encontramos los terrenos y los edificios que utilizan las empresas para desarrollar su actividad laboral. Por ejemplo, podemos incluir dentro de este grupo los centros comerciales, las tiendas, los almacenes, así como los centros médicos, los hoteles, o los edificios de oficinas, entre otros. Aquí se incluye cualquier tipo de local comercial no industrial donde se desarrolle la actividad empresarial de forma habitual.

Cuarto grupo: los bienes industriales

Por último, tenemos los bienes industriales, que son aquellos terrenos o edificios que utilizan las empresas industriales para poder llevar a cabo labores de producción para poder generar ganancias y comerciar. Incluimos las empresas de fabricación, producción industrial mecánica, investigación y desarrollo, así como las del ámbito de la construcción, los transportes, la logística y el almacenamiento. Por lo tanto, se engloban aquí las fábricas y las naves industriales.

¿Por qué los bienes raíces son tan importantes?

Como nos comentan los profesionales de Garanley, los bienes raíces o inmuebles han sido y son muy importantes en nuestra sociedad. Esto se debe a que pueden utilizarse para proporcionar vivienda a las personas, lo que cubre una de las necesidades básicas para el ser humano. Sin embargo, también tienen otras ventajas, ya que ayudan a impulsar el desarrollo económico de un barrio, de un pueblo o de una ciudad, ya que proporciona empleo e incrementa la actividad económica.

Asimismo, también suponen una forma de inversión. De hecho, existen muchas personas que se dedican a la compra de propiedades en zonas donde se prevé que su valor se vaya incrementando con el paso de los años. De esta manera, los pueden arrendar para poder generar beneficios o volver a venderlas con el paso de unos años para poder obtener ganancias gracias al incremento de valor. Esta práctica tiene sus riesgos, ya que es posible equivocarse y que la zona no incremente su valor con el tiempo, con lo que existe la posibilidad de terminar perdiendo dinero.

En definitiva, podemos decir que los bienes raíces, o bienes inmuebles, son propiedades que no se pueden mover o trasladar, como pueden ser terrenos, viviendas, locales comerciales y propiedades industriales. Son esenciales para proporcionar vivienda y estimular el desarrollo económico, además de servir como inversión. Comprender estos conceptos legales es fundamental, y Garanley Abogados nos ha ayudado a aclarar su significado con acierto. De esta manera, nunca te confundirás al utilizar este término.