Pictet cree que una mejora de las relaciones con EEUU impulsaría el PIB chino

16/11/2023

diarioabierto.es. Los presidentes de China, Xi Jinping y de EEUU, Joe Biden, acuerdan recuperar el diálogo militar y llegan a un pacto para combatir el fentanilo.

Los presidentes de China, Xi Jinping y de EEUU, Joe Biden, se han reunido en San Francisco, por primera vez en un año, aprovechando la celebración del Foro Cooperación Económica Asia-Pacñifico en Woodside (California, EEUU),  para tratar de mantener las líneas de comunicación abiertas y gestionar la rivalidad de manera responsable.

La reunión ha durado cuatro horas, las conversaciones, según Biden, han sido » constructivas y productivas”. Se ha acordado recuperar el dialogo militar, suspendido por Pekín después de que la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, visitase Taiwán, y se ha llegado a un pacto para hacer frente a la crisis del fentanilo, que es la principal causa de muerte por sobredosis en las grandes ciudades de EEUU y que es fabricado por empresas chinas.

Pekín se ha comprometido a perseguir y castigar a las empresas que producen estas sustancias químicas precursoras del fentanilo, lo que según Biden “salvaría vidas”.

Ambos líderes mantienen profundas diferencias respecto a Taiwan. Xi reclama una “unificación pacífica”, y Biden insiste en defender a la isla de esas intenciones.

También les separa la economía. “El planeta Tierra es lo suficientemente grande para que los dos países tengan éxito”, indicó Xi a Biden. El presidente estadounidense respondió que es “primordial asegurarnos de que la competencia no derive en conflicto”,

Tras el encuentro, Biden reiteró que Xi era un “dictador”, mientras que Pekín considera esa afirmación «un acto político irresponsable».

Pictet ve China como «el riesgo y la oportunidad»

Una mejora de las relaciones con EE. UU. impulsaría el crecimiento potencial del PIB de China y reduciría la prima de riesgo de su renta variable, que acumula tres años consecutivos a la baja, con el índice CSI 300 a 13 veces beneficios esperados, muy por debajo de su media de 20 años, según Lan Wang Simond, CFA, gestora de Pictet Total Return Mandarin.

«China es el riesgo y la oportunidad.  El sentimiento del mercado y las valoraciones se han desplomado y la prima de riesgo está cerca de máximos históricos.  Es principalmente resultado de la incertidumbre macroeconómica y las preocupaciones geopolíticas. Pero las valoraciones han ido generando oportunidades», argumenta.

El punto crucial clave es el mercado inmobiliario, pues los precios de la vivienda en las 70 ciudades más representativas están disminuyendo y la actividad está en mínimos desde la crisis de 1998.  En parte, ha sido autoinfligido por la nueva Administración china, que no quiere que la economía se base en este sector -el cual directa e indirectamente representa 25% de la composición del PIB-, sino en un sector industrial más avanzado para competir con EE.UU.

Pero el efecto riqueza en el sector inmobiliario ha lastrado la confianza de los consumidores, ya afectados por el duro confinamiento pandémico de tres años.  Dada la baja confianza, la principal característica del consumo chino es ahora la sustitución de artículos caros por más baratos.

Además, los países occidentales quieren relocalizar parte de la producción, pues se dieron cuenta de lo peligroso que era contar con un solo país para producir, dados los riesgos de interrupción de la cadena de suministros.  Ello ha contribuido a la inflación estructural en Occidente, mientras China tiene exceso de capacidad.  Así que las empresas chinas tratan de exportar al resto del mundo.  Por ejemplo, tras solo un año, el proveedor chino de comercio electrónico Pinduoduo, PDD Holdings, tiene más de 80 millones de usuarios activos en su plataforma de comercio electrónico en EE. UU., acercándose a los 130 millones de Amazon.

Ahora bien, a pesar de que China tiene su propio ciclo económico, está influida por el monetario de EE. UU. recortar tipos de interés mientras que en EE. UU. suben devalúa su moneda-.  Así que en China los tipos de interés probablemente están demasiado altos para impulsar significativamente su economía.  Por ahora, los responsables políticos chinos han recortado el tipo a cinco años en el que se basan las nuevas hipotecas, pero hay muchas heredadas.  Así que los chinos están pagando la deuda de hipotecas a una velocidad nunca vista.  El caso es que, si los tipos de interés de EEUU alcanzan máximos, China tendrá más margen de maniobra para recortar los suyos sin afectar demasiado al tipo de cambio.

El exceso de ahorro en China nunca ha sido tan alto, pero se concentra en una pequeña parte de la población.

Pictet estima que el crecimiento del PIB de China puede alcanzar este año el umbral del 5% objetivo de su gobierno, que ahorrará munición en medidas para 2024, incluida la emisión de bonos.

En su estrategia de inversión en renta variable china, «nuestra mayor apuesta contraria este año ha sido consumo, dados los muy elevados múltiplos a los que cotizan algunas empresas del sector». «Por otra parte, en el caso de energías alternativas, vemos mucha capacidad y márgenes bajando en solar y baterías, aunque los fabricantes de vehículos eléctricos en China pueden seguir siendo competitivos en precios y calidad, exportando al resto del mundo. Además, China va a toda velocidad en la capacitación de grandes modelos de lenguaje de inteligencia artificial, aunque los beneficios en esta área serán bastante volátiles», añade.

«El caso es que Pekín ha regulado industrias consideradas demasiado poderosas, en tecnología, educación, finanzas y juego.  Otros sectores, como salud, se han visto sometidos a una mayor volatilidad con los esfuerzos por erradicar la corrupción.  Pero hay un compromiso para tratar a las empresas privadas de la misma manera que las estatales.  Se han revisado las normas para facilitar a las cotizadas la compra de acciones y el ritmo de salidas a bolsa se ha ralentizado.  Se están realizando esfuerzos para reformar gigantescas empresas estatales para que mejoren la rentabilidad para los accionistas. Estas empresas representan un tercio del índice CSI30, desde telecomunicaciones a industrias y materias primas, teniendo en cuenta que las autoridades quieren autosuficiencia en tecnologías estratégicas relacionadas con la descarbonización, la seguridad y los semiconductores», apunta la experta de Pictet.

«China es demasiado grande para ser ignorada. Es líder mundial en industrias de valor añadido, hogar de un mercado de consumo en crecimiento, camino de convertirse en menos de una década en el mayor del mundo.  Pero su entorno es cambiante y el inversor en renta variable en China debe tener flexibilidad, tratando de identificar ganadores y perdedores, para mejorar la rentabilidad/riesgo y preservar el capital en períodos de tensión.  La presencia sobre el terreno es importante, más tras la pandemia, así como el conocimiento de su macroeconomía y dinámica por sectores, modelos de negocio y las correspondientes y variantes expectativas de rentabilidad/riesgo», advierte.

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