En el álbum que hace el número veinte de su carrera, “Leisureland”, el músico londinense Wreckless Eric ofrece una nueva muestra de su brillante genialidad y de su amor por las travesuras pop rock e, incluso, punk como hizo en su primera época y sigue haciéndolo ahora.

Wreckles gozó de cierto éxito a mediados de los años setenta, sobre todo con sus inmortales “Whole Wide World”, “Veronica”, “Dizzy” y “The Final Taxi” todas, cosecha de la discográfica Stiff Records. Desde entonces ha elaborado muchas y variadas cosas.

Sin tanto triunfo y repercusión, pero manteniendo su calidad, entró en parcelas del garage rock como líder de The Len Bright Combo, en los ochenta.

Hacia América

En 2011 marchó a América. Antes, se casó con la artista estadounidense Amy Rigby. Entre 2008 y 2012 hicieron tres discos igualmente atractivos para no perder la costumbre. Ya en 2016, viviendo en USA, publicó otra de sus grandes obras “AmERICa”. Luego en 2018, “Construction Time & Demolition” y “Transience” en 2019. Son discos que sorprenden y demuestran un renacimiento y una madurez admirables, siempre envueltos en la ironía, a veces vitriólica; los sentimiento del amor, en ocasiones dulces y otras, amargo, y el peso de la vejez.

De todo ello hay mucho en “Leisureland”, junto a algunas reflexiones acerca de la fugacidad de la vida. Recordemos que Eric fue castigado por el covid que le produjo un ataque al corazón por el que ingresó en urgencias y soportó momentos muy delicados. Pero allí, en la UVI comenzó su nueva vida y su nueva obra, de la que compuso algunos de sus temas. El álbum sorprende no solo por su extraordinario contenido sino también por incluir instrumentales, algo infrecuente entre las travesuras de Eric.

Rock alemán

Son temas influidos por la música de los grandes del rock alemán como Neu, Can y Faust. Pero los momentos más disfrutables son aquellos en los que se escucha la mordaz y, al tiempo, cálida voz de Eric y sus inteligentes letras. Así, en la pieza central del disco, “Standing Water” se describe magistralmente las afueras de una ciudad (todo apunta a la inglesa Cromer, en Norfolk) donde tenazmente “John, Paul, George y Adan ensayan su música que no suena a nada igual” en un sótano infecto.

Pero, bajo la idea de esos cuatro amigos tocando todos los días, hay otras grandísimas
canciones en este álbum, Por ejemplo, la maravillosa “Standing Sunday /Morning” y delicias como “Southern Rock”, “The Tipping Point”, “High Seas”, “Zoom” (muy Velvet Underground) y la sublime “Drag Time”. Todas con atmósferas algo tristes a la Joe Meek manera, con esos sintetizadores sencillos, planeadores y traviesos.

De nombre Eric Goulden, estamos ante un caballero de lujo, un artista de lujo y unos discos, también de lujo, que ha escrito uno en el que inventa un grupo local que se deja sangre en cada nota que ensaya. Como él lo hizo antes de entrar en Stiff y como millones en el mundo.

Está muy bien que alguien los describa con tanta precisión, genialidad y tanto lujo de detalle.

Sello: Tapete. Precio: 18 Discografía: “Big Smash”, “Greatest Stiffs”, “W.Eric and A. Rigby”, Two Way Family Favourites”. Influido por: Nick Lowe, Graham Parker, Elvis Costello, Ramones. Influye en: Amor de días, Nacho Vegas, Quique González, Russian Red.