La jornada había comenzado con ganas de subir animada por un buena dato del IFO alemán, particularmenete en un Ibex que ya ayer fue la excepción a las caídas generalizadas en Europa, pero lo cierto es que fue la resolución de la subasta de deuda en nuestro país lo que terminó por catapultar los índices hacia arriba.

Como hace una semana, el Tesoro ha conseguido colocar más lewtras a tres y seis meses de lo que tenía como objetivo y lo ha hecho a unos tipos de interés mucho más bajos que los marcados en las subastas precedentes. Los inversores han agradecido este hecho y las cotizaciones se han animado.

Poco después, la estadística americana de nueva construcciín de viviendas arrojaba un dato sorprendente: se encuentra en su mejor nivel desde mediados de 2010, lo que confirmaría la incipiente recuperación del pulso económico estadounidense y propició una espectacular apertura al alza en Wall Street.

Lo más valorable de todo, sin embargo, es la diferencia entre los síntimas de alegrñia de hoy y las penasn transmitidas ayer por el impresentable Draghi. cada vez es más claro que cuando dejan en paz al mercado éste quiere subir y que hay algunos oscuros intereses que mantienen las cosas donde están a base de contarnos que todo está peor de lo que en realidad está.

Hoy, al menos, el optimismo ha ganado la partida y los ín dices se han dado un festín, más moderado en el caso del Ibex que ya subió ayer. El Dax ha subido un  3,11%, el CAC un 2,73%, el FTSE un 1,02% y el Ibex un 2,44%.