El supervisor avisa del riesgo de que la tecnología discrimine a clientes de los bancos

24/11/2023

diarioabierto.es. "Los modelos de negocio exitosos serán aquellos que incorporen más valor añadido al cliente", señala la subgobernadora del Banco de España. // Futuro del sistema financiero en un entorno de incertidumbre 

«La industria bancaria está poniendo al cliente y sus expectativas en el centro de su estrategia. Estas expectativas están, sin duda, evolucionando de la mano de la tecnología y, por lo tanto, los bancos tendrán que evolucionar en el mismo sentido y velocidad si no quieren perder su posición actual de predominio. Cubrir satisfactoriamente las demandas de los clientes supondrá la clave para el éxito del sector bancario del futuro», afirma la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, en su intervención en el Club de Gestión de Riesgos.

«Los modelos de negocio exitosos serán aquellos que incorporen más valor añadido al cliente; que satisfagan en mayor medida sus necesidades con productos más adaptados a un menor coste», subraya.

La subgobernadora del Banco de España destaca los nuevos usos y plataformas que el open finance ha permitido establecer y que «sin duda se desarrollarán en el futuro»: el Banks as a Platform (BaaP), por el que el banco utiliza su propia plataforma para ofrecer a sus clientes servicios adicionales de terceros. Y el Bank as a Service (BaaS), por el que el banco distribuye sus productos y servicios a través de plataformas de terceros.

Los nuevos participantes en el ámbito financiero, ya sean neo bancos, fintechs o bigtechs, que ofrecen servicios y productos en competencia o colaboración con la banca tradicional obligan a que el sector financiero «revise sus modelos de negocio y
busquen la manera más eficiente de coexistir satisfactoriamente en ese nuevo
ecosistema».

«La revolución tecnológica no puede ser vista como una amenaza, sino todo lo contrario: constituye una oportunidad para dar respuesta a alguno de los retos que actualmente se ciernen sobre la banca», como la gestión de datos, en el ámbito de
identificación del fraude, en el cálculo del precio de operaciones o en la gestión de
los riesgos.

En este sentido, el «Open Finance, como herramienta para compartir información financiera de clientes, servirá para hacer un mejor análisis de los perfiles de
riesgo y de las necesidades de los ciudadanos y empresas. Esto permitirá adaptar mejor los productos financieros ofrecidos a las necesidades reales y, así, incrementar la competencia, al tener todos acceso a la misma información. Todo ello redundará en un sistema financiero más eficiente», argumenta.

«La tecnología también puede dar respuesta al reto de ofrecer a los clientes nuevos productos con características distintas a lo que tradicionalmente se ha venido ofreciendo. Ello puede llevar a incrementar el volumen negocio de las entidades y, por lo tanto, su rentabilidad, si es adecuadamente gestionado», añade Margarita Delgado.

Mejores niveles de seguridad

Pero «es necesario que los entornos tecnológicos en los que operen las entidades
sean seguros. El riesgo cero no existe, pero está claro que al expandir el ecosistema
tecnológico en el que operan los bancos, también se incrementará significativamente la
superficie expuesta a ataques y fallos en los sistemas. Las entidades tendrán que
establecer marcos operacionales robustos que permitan mitigar estos riesgos y también operar ante una incidencia con la mayor normalidad en el menor tiempo posible. Los riesgos operacionales en el sector financiero se incrementarán tanto en complejidad como en volumen y velocidad. Con independencia de que el marco regulatorio europeo que fija los requerimientos relacionados con estos riesgos ya está en vigor (DORA1 y NIS22), las entidades deberán contar siempre con los mejores y más actualizados estándares de seguridad».

Además, el uso de tecnologías, como los servicios en la nube, lleva aparejado el recurso a proveedores externos. Y «la existencia de un número muy limitado de proveedores de estos servicios y su dependencia en ellos pone de manifiesto las vulnerabilidades que puede generar la incapacidad real de sustituir en tiempo y forma un proveedor por otro en caso necesario», advierte Margarita Delgado.

La subgobernadora del Banco de España pone el foco en el riesgo de exclusión financiera, porque «el uso de tecnologías, especialmente de la inteligencia artificial,
puede llevar a excluir de manera automática a ciertos segmentos de clientes por
considerarlos de alto riesgo. O también por asignar precios excesivos tomando en
consideración aspectos que van más allá de un análisis puro del riesgo financiero».

Combate contra el cambio climático

En la lucha contra el cambio climático, la banca también juega un papel relevante: «No
solo por su capacidad de canalizar los fondos necesarios. También por su potencial de
impulsar los cambios necesarios en la economía real a través de la financiación».

La subgobernador del Banco de España resalta que las entidades tendrán que «identificar, analizar, gestionar y mitigar adecuadamente todos los riesgos asociados al
cambio climático y al resto de elementos que acompañarán la transición sostenible».
Por un lado, los físicos derivados de los impactos meteorológicos extremos, así como la degradación medioambiental. Los bancos tendrán que identificar qué exposiciones, incluidas garantías, podrían estar afectadas por estos fenómenos y, por lo tanto, inferir pérdidas.

Por otro, los riesgos de transición. «Todo este proceso es una cadena en la que cada eslabón aporta información necesaria. No se trata solo de divulgar información no financiera relacionada con elementos de sostenibilidad y sociales, sino establecer un plan que señale el camino de todos los actores, empresas y entidades, hacia un modelo económico más sostenible», subraya Margarita Delgado.

También deberá prestar especial atención al riesgo relacionado con el llamado
greenwashing o ecoblanqueo, ya que «puede dañar la confianza en las entidades, que es el activo más valioso con el que cuentan».

En este escenario, «las autoridades tenemos el reto de hacer compatible los requerimientos de prudencia con un enfoque más flexible que permita el desarrollo de la innovación financiera en las entidades y su adaptación progresiva a las nuevas necesidades medioambientales y sociales, con una información todavía bastante incompleta. La flexibilidad y la capacidad rápida de reacción son dos cualidades que las autoridades debemos aplicar en nuestra labor de regular y supervisar un entorno financiero cambiante e incierto», concluye la subgobernadora del Banco de España.

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