Méndez, que ha acudido este miércoles a Barakaldo (Vizcaya) participar en el I Comité Federal de la Federación de Industria y de Agro, ha añadido que «de la literalidad de lo que el presidente del Gobierno aportó en su discurso de investidura a cómo concibe la reforma laboral, si hay buena voluntad por parte de los empresarios, se podría buscar y adentrarnos en una fórmula de equilibrio».

Según ha reconocido, «con la patronal hay algunos elementos que tienen importancia y pueden concluir en acuerdo», pero «hay otros elementos donde va a haber una dificultad de calado», como la pretensión del abaratamiento del despido o del contrato único.

En ese sentido, ha defendido las fórmulas de contratación que ya existen que, «combinadas de manera adecuada pueden contribuir a resolver los problemas que pueden tener en términos de empleabilidad los jóvenes titulados o parados de larga duración».

Méndez ha señalado que la posición de UGT es «abierta«. «Así se lo transmití al ya presidente del Gobierno en su día, cuando tuvimos oportunidad de intercambiar opiniones», ha añadido.

Ahora bien, el responsable de UGT reiterado de forma «muy clara y muy rotunda», que, «se haga lo que se haga en el mercado laboral, ahí no va a estar la solución de los problemas de la economía española». Así, ha advertido de que, «o se resuelven los problemas de crédito y se impulsa la actividad, o vamos a estar en un panorama que no va a cambiar e incluso puede empeorar en los próximos meses».

La ayuda del BCE debe llegar a los hogares.

En cuanto a la decisión adoptada este miércoles por el Banco Central Europeo (BCE) de aportar liquidez a las entidades financieras de Europa para que, a su vez, den crédito a las familias y a las empresas, Méndez ha señalado que «si los bancos y las entidades financieras de España» utilizan esta medida «para lo que el BCE dice que se debe de utilizar, podría ser, en cierta medida, un modesto revulsivo para recuperar actividad económica».

«Si eso se hace, eso sí sería una aportación en la lucha contra la crisis económica», ha reiterado, para advertir de que «el problema será que las entidades financieras utilicen ese dinero, no para dar crédito a las familias y a las empresas, sino para comprar deuda soberana y así obtener beneficios».