El señor Tellado, que significa “tejado”, ha sido nombrado portavoz del Grupo Popular en el Congreso por obra y gracia del presidente del PP, señor Feijóo. Tres días antes de que el rey Felipe VI inaugurase solemnemente la XV legislatura de la democracia (el miércoles, 29 de noviembre, Saturnino de Tolosa en el santoral), este ferrolano de Fene al borde de los 50 años, con sobrepeso creciente a lo ancho, sustituía a la señora Gamarra, que seguirá como secretaria general del partido (la Cospedal de Feijóo), y alcanzaba el cargo con mayor proyección pública del partido después del propio presidente.

La decisión del líder del PP de colocar a este Miguel Ángel Tellado Filgueira al frente del grupo parlamentario tiene varias lecturas, aunque ninguna coincide con la conveniente calificación de jurista.

Vale recordar que Tellado, que se licenció en Ciencias Politicas y Sociales por la Universidad de Santiago de Compostela, destacó en aquellos años como activista de la izquierda independentista del Bloque Nacionalista Galego (BNG), si bien acabó haciendo de la necesidad virtud y apuntándose al PP, que le dio un buen sueldo en el Ayuntamiento de Ferrol primero y en la Diputación de A Coruña a continuación. De
ahí pasó a convertirse en alto cargo de la Consejería de Trabajo y Bienestar (jefe del gabinete) y ya, sin interrupción, en diputado autonómico.

Los buenos reflejos para imprecar, incluso ridiculizar al contrario, junto con las ocurrencias y la capacidad de producir titulares de prensa (ejerció el periodismo en Ferrol), así como una fidelidad perruna al líder Feijóo le valieron en 2012 el puesto de portavoz del partido en Galicia y, a continuación, el cargo de secretario general en 2016. Ese cometido ejercía cuando del hermano enmascarillado de la presidenta
de Madrid, señora Ayuso, se derivó la dimisión de Casado y la llegada de Feijóo, quien se hizo acompañar de su leal colaborador y amigo Tellado.

Con independencia de la cuantiosa perlería verbal acumulada en el Parlamento Galego, de este hombre, al que La Voz de Galicia calificó en su día de “vehemente polemista para morder”, se desconocían las habilidades dialécticas en las Cortes Generales, pues en los 14 meses que ha ejercido de senador solo ha intervenido siete veces (una cada dos meses), cinco de ellas para hacer preguntas al Gobierno. Eso no quita para que ya desde la dirección nacional del PP presentara maneras tildando de
“matón de colegio” al socialista Oscar Puente o recomendando “echar de España a Sánchez en el maletero de un coche”. Él tiene tres.

Si la tarea legislativa, la transacción y la negociación propia de la actividad parlamentaria son ajenas al nuevo portavoz parlamentario de la derecha, la primera lectura o base de su nombramiento es la “lealtad plena” a Feijóo. Y de esa afirmación de Pero Grullo se deriva la función encomendada del pica y muerde sin temor a convertir el Congreso en una taberna. En este sentido se puede decir que Tellado, del
que Feijóo espera grandes jornadas de gloria, no sólo significa “tejado”, sino que, según el Diccionario de Americanismos, viene de Tella o botella con bebida alcohólica.

Ya es sabido que las buenas maneras y la cortesía parlamentaria son papel higiénico para los jabalís de una derecha que se proclama de ley y orden, y que contra el Gobierno del socialista Pedro Sánchez vale todo, desde la falta de respeto a las personas, el bulo, el insulto y, lo que es peor, la incitación al asesinato, pero si Feijóo ha apostado por el perfil de un guardaespaldas con carrancas se debe a la voluntad de no quedar detrás de Ayuso y la ultraderecha en su estrategia de bulla y crispación
antigubernamental y contra los avances sociales, de derechos y libertades y de la convivencia y la concordia en esta España plural y diversa que tanto dicen amar quizá, como decía Unamuno, porque no les gusta, pero, sin duda, porque rechazan su pluralidad y diversidad y prefieren la imposición a la convivencia.

A sensu contrario, en su discurso de apertura de la legislatura ante los diputados y senadores, el Rey ha destacado la realidad secular de España como nación “compartida y edificada por mujeres y hombres de diversa procedencia social o geográfica con ideologías distintas”, pero con la idea compartida de “un país mejor para todos”. Y también ha evocado los valores constitucionales de “la integración, la
diversidad y el pluralismo” al tiempo que ha llamado a mirar hacia el futuro a favor de las nuevas generaciones. Los parlamentarios del gajo republicano catalán, vasco y galego (ERC, Junts, EH-Bildu y BNG) no han acudido a la solemne sesión.