El informe anual sobre Competitividad Digital realizado por la escuela de negocios IMD ha revelado una caída en la posición de España, descendiendo del puesto 28 al 31 en el ranking de 64 economías analizadas. Por otro lado, Estados Unidos ha recuperado su posición como líder en este ámbito.

La pérdida de tres puestos de España se atribuye principalmente a su desempeño en el indicador de ‘preparación para el futuro’, en el cual ha descendido del puesto 27 al 29.

A pesar de la disminución en la clasificación, la creación de empresas digitales y la implementación del pasaporte digital son avances específicos que aún no se reflejan en este ranking, ya que se basa en datos principalmente del año 2022. A pesar de la inversión de los fondos Next Generation europeos, se espera una mejora en la transformación digital aún pendiente en España.

Se plantea la necesidad de enfocar el debate político y social en reconocer la productividad empresarial y profesional, en contraposición a medidas que podrían impactar en la competitividad, como la reducción de la jornada laboral.

Entre los aspectos que impactan el rendimiento del país en el ranking figuran el uso del ‘big data’ y la analítica, la legislación relacionada con la investigación científica, la transferencia de conocimiento, el porcentaje de exportaciones de alta tecnología y el número de licenciados en ciencias.

Países destacados

Estados Unidos ha recuperado su posición como la economía mejor valorada en el ranking, debido a su solidez en los factores de conocimiento, tecnología y preparación para el futuro.

Países como Países Bajos, Singapur, Dinamarca y Suiza mantienen posiciones relevantes en el ranking, destacándose por diversos aspectos como tecnología, conocimiento y preparación para el futuro.

La inteligencia artificial (IA) y la ciberseguridad emergen como elementos cruciales en la evaluación de la competitividad digital de los países. La cooperación a nivel regional o global se considera esencial para abordar estas cuestiones.

A pesar de los avances específicos en España, reflejados en la creación de empresas digitales y el pasaporte digital, el país ha descendido en el ranking de Competitividad Digital de IMD. La inversión de los fondos Next Generation y un enfoque en la mejora de la transformación digital podrían contribuir a un mejor desempeño en futuras evaluaciones.