Sin duda, es uno de los mejores momentos del verano, pero no dura demasiado tiempo porque el otoño no tarda en presentarse. En ese instante no nos queda más remedio que guardar las hamacas dentro de casa y tumbarnos en ellas bajo techo.
Podemos colocar la hamaca en el interior
Una opción es poner la hamaca dentro de casa. Si es de la de colgar solo hay que hacer unos agujeros en la pared y colocar unos tacos. Otra solución, más cómoda, es adquirir una hamaca de las que vienen con una estructura, la cual solo debemos desplegar.
Sin embargo, lo cierto es que pese a que disfrutamos cuando nos tumbamos en el interior, las hamacas están pensadas para el exterior y aquí es donde entran las chimeneas.
Con las chimeneas vamos a poder tumbarnos al aire libre en la terraza
Las chimeneas para la terraza nos van a permitir tumbarnos al aire libre en invierno. Se venden con diferentes nombres (las vamos a poder encontrar también como estufas o braseros) y gracias a ellas será posible calentar el ambiente. En el mercado las hay de varios tipos, tanto abiertas como cerradas, así que vamos a tener la posibilidad de escoger la que más nos guste.
Su funcionamiento no puede ser más sencillo, solo hay que situarlas relativamente cerca de la hamaca, colocar un poco de leña y prenderla. Enseguida un calor de lo más reconfortante va a calentar la zona, como ocurre en verano.
Además, las llamas tienen algo que lleva a nuestra mente a relajarse y nos sentimos protegidos. Dicho de otra manera, no habrá mejor momento que ese en el que estamos tumbados en la hamaca mientras escuchamos el crepitar del fuego.
Algunas chimeneas nos sirven como barbacoa
Dentro de las terrazas no suele haber demasiado espacio, por lo que los muebles polivalentes que cumplen más de una función son muy apreciados. Algunas de estas chimeneas incluyen una parrilla, lo que significa que nos pueden servir también como barbacoa, calentando la zona a la vez que asamos carne, unas verduras o lo que nos apetezca.
Para que nos hagamos una idea de las dimensiones, con un diámetro de 60 cm vamos a tener una chimenea y una barbacoa, por lo que cuando no la usemos la podemos dejar en un rincón sin que apenas ocupe nada. Quizá, el único problema es el de la leña, pero en los centros de bricolaje venden sacos muy pequeños que se pueden guardar en un trastero.
Si el espacio es un problema, en lugar de leña podemos decantarnos por el carbón. Este es posible adquirirlo en sacos de unos pocos kilos y es más fácil almacenarlo. Es ideal a la hora de asar carne y, aunque no es lo mejor si deseamos calentar la terraza, también lo va a hacer.
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