El aumento del paro juvenil en EEUU indica que viene una recesión

12/12/2023

diarioabierto.es. La renta variable estadounidense suele mejorar en el cuarto año de los mandatos presidenciales, según un análisis de Federated Hermes.

Enguerrand Artaz, gestor de fondos de La Financière de l’Echiquier (LFDE), considera quedesde hace varios meses, los datos del empleo estadounidense muestran un claro giro a la baja después de haberse mantenido mucho tiempo en niveles históricos. La rapidez del deterioro es notable, sobre todo en determinadas categorías. Es el caso, sobre todo, de los trabajadores jóvenes –entre 20 y 34 años–, donde la tasa de desempleo superó en octubre el umbral del 5 % por primera vez en un año y medio. De hecho, el número de parados ha aumentado casi un 20 % en seis meses, frente a apenas el 10 % de la población activa de más de 20 años. Aunque los datos de noviembre –cuya lectura está distorsionada por la reincorporación de los huelguistas del sector del automóvil– registraron una leve mejora, esta estadística está lejos de ser anodina.

«El aumento de la tasa de paro de la población activa joven comparado con el total de la población suele ser un buen indicador adelantado de recesión», avisa.

Además, esta categoría de la población estadounidense no sale bien parada en otras series macroeconómicas, como los impagos en la financiación del consumo, especialmente las tarjetas de crédito y los créditos para la compra de automóviles. En estos dos ámbitos, el aumento de los impagos graves (más de 90 días) ha sido más fuerte durante los últimos trimestres en las franjas de edad de 18 a 29 años y, sobre todo, de 30 a 39 años. Estos impagos alcanzan niveles que son significativamente más altos que antes de la crisis del COVID.

Aunque estas categorías de edad no son las que acumulan el porcentaje más grande de estos créditos, son las que experimentan más dificultades para hacer frente a unos préstamos cuyos tipos se han disparado estos últimos meses hasta superar ampliamente el 20 % en el caso de las tarjetas de crédito. Las causas son un deterioro más rápido del empleo, menores reservas de ahorro y el fin de la moratoria para el reembolso de los préstamos estudiantiles.

Las personas entre 18 y 39 años acumulan el 53% de los créditos a estudiantes, porcentaje que llega al 33% solo en el grupo de edad de 30 a 39 años. La reactivación de los reembolsos de los créditos de estudios, plenamente en vigor desde octubre, afecta principalmente a los trabajadores jóvenes, mientras que estos últimos sufren más que el resto de la población para cumplir con los vencimientos de los créditos al consumo y ven cómo su situación laboral se deteriora más rápido que la media. Las consecuencias son notables. Con una contribución importante al consumo discrecional, gracias, entre otros factores, a una mayor predisposición marginal al consumo, la población activa joven también contribuye decisivamente a la inversión, sobre todo residencial.

«Estas categorías de edad constituyen un motor crucial para el dinamismo económico y más aún en EE. UU., donde el consumo privado representa el 70 % del PIB. Conviene vigilar de cerca las presiones a las que están sometidos los trabajadores jóvenes, tanto en el plano del empleo como en la carga de intereses, con vistas a determinar la trayectoria de la economía estadounidense durante los próximos trimestres», remarca.

LFDE: constructivos sobre la Bolsa de EEUU

Por su parte, Mark Sherlock, responsable de renta variable estadounidense en Federated Hermes Limited, admite que, de cara a 2024, persiste la incertidumbre no solo en torno a las políticas fiscales y monetarias, sino también a las próximas elecciones presidenciales. «Sin embargo, mantenemos una postura constructiva sobre la renta variable estadounidense y, en particular, sobre la renta variable estadounidense de pequeña y mediana capitalización».

«Al abordar nuestras perspectivas para 2024, tengamos en cuenta que la renta variable estadounidense suele mejorar en el cuarto año de los mandatos presidenciales», explica. Desde el último año de mandato del presidente Hoover en 1932, el S&P 500 ha ganado una media del 6,5% en un año electoral. Aunque el índice Russell 2500 no dispone de datos tan antiguos como los de la administración Hoover, el SMID estadounidense ha batido la rentabilidad de los valores de gran capitalización de EE UU en todos los años electorales. Las elecciones aportan claridad a los inversores y el periodo posterior a una cita electoral ha sido históricamente positivo para la renta variable estadounidense. Desde su creación, el índice Russell 2500 ha superado al S&P 500 en tres de los últimos cinco primeros años posteriores a las elecciones.

«Aunque no jugamos a tener una bola de cristal que pueda predecir el resultado de las elecciones de 2024, los fuertes vientos de cola que apoyan a las empresas de mediana y pequeña capitalización de EE UU para los próximos cinco o 10 años seguirán in situ independientemente de quién llegue a la Casa Blanca. La Ley de Reducción de la Inflación (IRA) y el gasto en infraestructuras se han autorizado en gran medida e impulsarán nuevas inversiones. El onshoring, que ha supuesto un gasto en infraestructuras sin precedentes por parte de la administración Biden, también está en la agenda de los candidatos republicanos y podría decirse que fue impulsado por la administración Trump», argumenta.

Las expectativas de recesión se han reducido en los últimos meses, ya que tanto el mercado laboral estadounidense como la economía en general han resistido la agresiva política restrictiva de la Reserva Federal. Los datos de inflación más suaves apoyan el argumento de que los tipos de interés han tocado techo y ofrecen margen para recortes el próximo año «si vemos una desaceleración económica». «Una economía nacional robusta con vientos de cola estructurales debería apoyar a las empresas de mediana y pequeñas capitalización de EE UU, dado que cotizan claramente más baratas que los valores de gran capitalización en comparación con su media a largo plazo», insiste.

«Suponiendo que los tipos de interés se mantengan altos durante más tiempo, la selección dentro de la renta variable estadounidense será significativa. Las empresas que se han apalancado en exceso debido al entorno de bajos tipos de interés de la última década ya están empezando a sentir el dolor de una compresión de márgenes, que se verá exacerbada por unos tipos más altos durante más tiempo. El endurecimiento de la política monetaria favorecerá a las empresas de ‘calidad’, aquellas con balances sólidos, posiciones comerciales fuertes y capacidad de fijación de precios», apunta.

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