Ocaña, señaló que en esta emisión «se ha pagado más» en intereses porque los mercados están en una «etapa de volatilidad», que confía en que se resuelva «una vez se aclaren todas las dudas sobre Irlanda»

Tras su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Congreso, Ocaña ha asegurado que la emisión «ha ido bien» y se han colocado «todo lo que se tenía que colocar», con una demanda que superaba «en mucho» la oferta, por lo que España «está financiándose sin ningún problema».

Asimismo, ha expresado su confianza en que el rescate irlandés permita reducir la prima de riesgo de la deuda española para regresar a una situación «más como la media» tras las incertidumbres de los último días. Ocaña ha remarcado que no habrá «efecto contagio» si se cumplen los compromisos de austeridad del gasto y reformas. «Hasta ahora eso ha funcionado magníficamente», ha incidido.

La situación es «mucho mejor» pero no «cómoda»

Ocaña ha asegurado que la situación de España ante esta nueva crisis de duda «no es cómoda», pero las medidas aplicadas por el Gobierno tras el rescate griego en mayo han permitido que sea «mucho mejor» que la de otros países. Asimismo, ha asegurado que seguir ahondando en las reformas pendientes «inmunizará a España contra futuras crisis».

En este sentido, el secretario de Estado ha advertido de que «no hay que preocuparse por un hipotético ‘plan B’ para reducir el déficit», sino avanzar en las reformas pendientes y en los ajustes de gasto en 2011, 2012 y 2013, también para comunidades y entidades locales. «Vamos a cumplir con nuestro ‘plan A’ y el ‘plan B’ vamos a dejarlo para otro momento porque yo creo que no es necesario», añadió.

Sin cambios tributarios

Durante su intervención ante la Comisión, Ocaña ha remarcado además que el Gobierno «hará todo lo que tenga que hacer» para cumplir sus compromisos de déficit, si bien ha indicado que no se contempla cambiar el marco tributario porque «en este momento es razonable».

Eso sí, ha descartado cualquier bajada de impuestos en estos momentos, y ha puesto como ejemplo el caso de Irlanda, al que ha calificado como «abanderado de impuestos bajos» y que ahora está abordando subidas fiscales tras el rescate europeo.