Los datos de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ETCL) del tercer trimestre de 2023, publicados por el INE, recogen un aumento anual del coste laboral y salarial de un 5,0% y 4,2%, respectivamente, permaneciendo en unos valores similares a los que se han registrado en 2023. Teniendo en cuenta que la media del IPC de este año está actualmente en el 3,6%, en lo que va de año el poder de compra se habría incrementado para las personas asalariadas, tras dos años de reducción.

Los datos muestran una mejora considerable en comparación con el año anterior, siendo 6 décimas superior respecto a los mismos tres trimestres de 2022. Además, esta mejora se produce en un momento en el que el empleo ha seguido incrementándose.

Para UGT, el progreso acumulado entre los últimos trimestres del año pasado y los actuales se produce como consecuencia de la presión ejercida en 2022 por la campaña sindical ‘Salario o conflicto’, que desembocó en la firma del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) en mayo de este año. De esta manera, el sindicato espera que persistan los incrementos salariales por encima de la variación del IPC para recuperar el poder adquisitivo de las personas trabajadoras.

Sin embargo, UGT recuerda que la encuesta excluye de su análisis dos de las actividades donde se encuentran los salarios más bajos, el trabajo doméstico y el sector primario, por lo que los datos salariales ofrecidos están ligeramente por encima de las cifras generales para el conjunto de las personas asalariadas.

Es fundamental reformar las políticas activas de empleo

Por otro lado, la estadística recoge el número de vacantes que ha habido en el trimestre, siendo de 155.797 las registradas. De este conjunto, un 90,2% pertenecen al sector servicios. UGT denuncia que esta existencia de un volumen tan alto de vacantes radica en tres elementos: la precariedad de muchos puestos de trabajo ofertados, la falta de una intermediación pública potente que ponga a las personas buscando empleo en contacto con las empresas que lo solicitan y, por último, la carencia de unas políticas activas de empleo que orienten a la persona desempleada y mejoren su empleabilidad.

Por todo ello, para UGT debería realizarse una profunda reforma de las políticas activas de empleo que propicie una mejor intermediación pública en la contratación y garantice unos servicios de orientación y seguimiento a la altura de las necesidades de las personas desempleadas, en especial las de larga duración. A su vez, es crucial que sigan mejorando los incrementos salariales que se están produciendo en este momento, generando una recuperación del poder adquisitivo perdido que permita reforzar el crecimiento económico a la vez que las personas trabajadoras obtienen una retribución justa.