La Presidencia española del Consejo de la Unión Europea ha logrado un acuerdo preliminar con el Parlamento Europeo que marca un hito significativo: la finalización de la red básica de la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T) para el año 2030. Este acuerdo llega en un momento en el que España y Francia han enfrentado desafíos relacionados con sus conexiones transfronterizas, con Francia retrasando la puesta en marcha de la alta velocidad que conectará ambos países.

El nuevo calendario establece plazos ambiciosos, incluyendo la finalización de la red básica extendida para el 2040 y la red global para el 2050. El objetivo central de esta legislación es impulsar una red de transporte confiable y de alta calidad que garantice una conectividad sostenible en toda Europa, sin interrupciones físicas ni cuellos de botella.

Retrasos para España en su frontera norte

El énfasis se coloca en la finalización de secciones transfronterizas en los Corredores Atlántico y Mediterráneo, especialmente aquellos que están en riesgo debido a los retrasos anunciados en Francia. El Gobierno español ha defendido la importancia de estos corredores y su papel esencial en la conectividad europea.

Además, el Corredor Mediterráneo se extenderá hasta la frontera con Ucrania, convirtiéndose en el único corredor que atraviesa Europa de oeste a este en su totalidad.

El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible destaca el compromiso de los Estados miembros con los plazos establecidos para completar la red, especialmente en los tramos transfronterizos. El reglamento prevé instrumentos para respaldar este compromiso, fortaleciendo el papel de los coordinadores de los corredores europeos de transporte.

Este acuerdo provisional está sujeto a continuación de trabajos técnicos. Una vez finalizados, la Presidencia española transmitirá el texto para la aprobación de los Estados miembros. Posteriormente, será sometido a revisión jurídico-lingüística antes de ser adoptado formalmente por el Consejo de la Unión Europea y el Parlamento Europeo.

Además, el acuerdo reconoce la importancia de los puertos y el transporte marítimo de corta distancia, estableciendo el Espacio Marítimo Europeo y el despliegue de eco-incentivos. Asimismo, se han definido normas para mejorar la seguridad y las condiciones de trabajo en el sector del transporte por carretera, incluyendo la implementación de áreas de descanso y aparcamientos seguros.

Este avance en la red de transporte en Europa promete una mayor conectividad y condiciones más seguras para el transporte terrestre, marítimo y por carretera, lo que contribuirá significativamente a la movilidad sostenible y eficiente en toda la Unión Europea.