El día de Año Nuevo, un terremoto de magnitud 7,6 sacudió la costa oeste de Japón, desencadenando una tragedia que ha cobrado la vida de al menos 48 personas, mientras las autoridades continúan con las operaciones de rescate en medio de una situación desafiante.
El epicentro de este devastador terremoto se situó en la costa oeste, causando daños significativos en múltiples áreas. La ciudad de Wajima, en la prefectura de Ishikawa, ha sido la más afectada, registrando 15 víctimas mortales. Además, otras localidades como Suzu (6), Nanao (5), Anamizu (2), Hakui (1) y Shika (1) también lamentan pérdidas humanas. El desastre se ha extendido hacia las prefecturas de Niigata, Fukui, Toyama y Gifu.
Las tareas de rescate se ven obstaculizadas por las constantes réplicas que han seguido al terremoto principal, contabilizándose alrededor de 130 hasta el momento, y por los escombros que dificultan el acceso a algunas áreas. Varios edificios se han derrumbado, y un incendio de gran magnitud ha consumido aproximadamente 200 estructuras cerca de un mercado en Wajima.
La Agencia Meteorológica de Japón, tras suspender el aviso por tsunami, ha instado a la población a permanecer alerta ante posibles cambios en el nivel del mar en los próximos días. La red de transporte ha sufrido graves impactos, con suspensiones en líneas de tren bala y cancelaciones de vuelos en la región afectada.
Situación crítica para los rescatistas
El primer ministro Fumio Kishida ha convocado un «cuartel general de respuesta a emergencias por desastres» y ha movilizado las fuerzas de seguridad y emergencia del país. Kishida ha expresado su preocupación por los daños masivos, incluyendo la pérdida de vidas humanas, colapsos estructurales e incendios.
El mandatario japonés ha resaltado las dificultades para obtener información precisa debido al cierre de carreteras, especialmente en la península de Noto, dificultando la comprensión total de la situación. Ha informado que alrededor de mil militares participan en las operaciones de rescate y ha enfatizado la urgencia de salvar vidas en esta carrera contra el tiempo.
El terremoto, con un hipocentro a unos diez kilómetros de profundidad, ha sido el más fuerte de una serie de 20 temblores registrados entre las 08.06 y 09.29 (hora peninsular española) en las proximidades de la costa de Ishikawa y la vecina prefectura de Niigata.
Japón se enfrenta a una situación de emergencia, movilizando todos sus recursos para enfrentar esta tragedia sin precedentes. Las operaciones de rescate continúan en un intento desesperado por salvar vidas y mitigar los estragos dejados por este desastroso evento natural.
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