Las autoridades confirmando que el devastador terremoto ha dejando a más de 30.000 personas desplazadas en centros de evacuación debido a la destrucción masiva en la península de Noto.

La ciudad de Wajima, duramente el sismo, lamenta la pérdida de 48 vidas, seguida por Suzu con 23 fallecidos, Nanao con cinco, y dos cada una en Noro y Anamizu, además de un deceso en Shika y Hakui, todas ubicadas en la prefectura de Ishikawa, una de las áreas más afectadas.

Según informes de NHK, numerosas residencias en Ishikawa aún carecen de suministro de agua y electricidad. Las carreteras, dañadas por el terremoto, están obstaculizando la distribución efectiva de asistencia a los afectados.

El Ministerio de Sanidad japonés ha urgido a las autoridades locales a prevenir las intoxicaciones alimentarias, instando a la población a consumir los suministros alimenticios proporcionados lo más pronto posible, manteniendo altos estándares de higiene para evitar la propagación de enfermedades.

La situación se complica con al menos 750 personas aisladas en áreas como Otani, Orito y Matsunagi, donde no han recibido ayuda desde el inicio del desastre. La desconexión total de los servicios de telecomunicaciones ha dificultado la llegada de equipos de emergencia, dejando a estas comunidades en una situación crítica.

Lucha contra el tiempo para las autoridades

Las autoridades advierten sobre la posibilidad de que el número de víctimas mortales aumente, ya que aún hay personas atrapadas bajo los escombros de las decenas de viviendas colapsadas. La amenaza de lluvias futuras agrava la situación, intensificando los riesgos en los próximos días.

Este desastre natural ha desencadenado una crisis humanitaria, evidenciando la urgente necesidad de apoyo y asistencia para las comunidades afectadas. Japón, conocido por su resiliencia frente a catástrofes, enfrenta ahora el desafío de reconstruir y brindar ayuda a aquellos que han sufrido la furia de este devastador terremoto.

Las autoridades japonesas continúan trabajando arduamente en operativos de búsqueda y rescate mientras se preparan para las adversidades futuras, manteniendo la esperanza de encontrar supervivientes y mitigar las consecuencias de este desastre natural que ha conmocionado al país y al mundo entero.