Los gobiernos de Latinoamérica han emitido declaraciones contundentes condenando la violencia perpetrada por grupos armados en Ecuador, lo que ha llevado al presidente Daniel Noboa a declarar un conflicto armado interno en el país. Este brote de violencia ha dejado hasta el momento una decena de personas fallecidas y diversos actos violentos en diferentes puntos de la nación.

Colombia, país con frontera directa con Ecuador, ha expresado su respaldo firme a la institucionalidad democrática y al Estado de derecho en el país vecino. A través del Ministerio de Exteriores, ha rechazado enérgicamente los recientes actos de violencia y ha manifestado solidaridad con los afectados, instando a la estabilización de la situación de seguridad y al restablecimiento del orden público.

Por su parte, Perú, el otro país con frontera compartida, ha declarado la emergencia en su zona norte colindante con Ecuador para reforzar la presencia policial. El gobierno de Dina Boluarte ha condenado enérgicamente los actos violentos, destacando que vulneran los derechos fundamentales y la seguridad de los ecuatorianos.

Argentina ha expresado su firme respaldo al Ejecutivo ecuatoriano en su lucha contra la delincuencia organizada que intenta socavar el imperio de la ley. Brasil también ha mostrado preocupación por la situación y ha enviado su solidaridad al Gobierno y pueblo ecuatoriano frente a estos ataques, recordando a sus ciudadanos en Ecuador que pueden contactar con su oficina consular.

La ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, ha sugerido que el Gobierno de Javier Milei estaría dispuesto a enviar apoyo militar a Quito, considerando el combate contra el narcotráfico como un tema continental que debe abordarse.

El Gobierno de Chile ha expresado su deseo de que la situación se resuelva dentro del marco del Estado de derecho y la institucionalidad ecuatoriana, instando al respeto a la democracia y los Derechos Humanos. El Ejecutivo de Gabriel Boric ha mostrado preocupación por la grave crisis de seguridad en Ecuador y ha enviado un mensaje de solidaridad y respaldo a las autoridades y ciudadanos.

Desde Bolivia, el presidente Luis Arce ha repudiado los actos de violencia y ha ofrecido plena solidaridad, mostrando disposición para apoyar el retorno de la tranquilidad a las calles del país vecino.

Otros gobiernos latinoamericanos como Costa Rica, Cuba, México, Panamá, Paraguay, República Dominicana y Venezuela han expresado su atención ante la delicada situación en Ecuador. El presidente Nicolás Maduro ha abogado por el restablecimiento del orden y la actuación de la justicia contra los responsables de estos actos terroristas.

Nivel internacional

El subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de EE. UU., Brian Nichols, ha manifestado la disposición de Washington para brindar asistencia al Gobierno ecuatoriano, mostrando extrema preocupación por la violencia y los secuestros.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha anunciado su monitoreo sobre la situación de Derechos Humanos durante el estado de excepción en Ecuador, enfatizando que la actuación de las Fuerzas Armadas en seguridad interna debe ser excepcional, justificada y complementaria a las fuerzas civiles, con regulación y control.

En este contexto, los países de la región y organismos internacionales expresan su solidaridad con Ecuador y ofrecen su apoyo para restablecer la paz y seguridad en el país, al tiempo que hacen un llamado a la contención y el respeto por los derechos fundamentales en el marco del Estado de derecho.