En medio de una creciente crisis de seguridad, el comandante de las Fuerzas Armadas de Ecuador, el almirante Jaime Vela, anunció que esta acción se llevó a cabo en respuesta a la declaración de conflicto armado interno por la violencia desencadenada en el país.

El operativo militar también resultó en la neutralización de cinco individuos catalogados como «terroristas», mientras que se logró el rescate de 41 personas que estaban secuestradas. Además, se recapturaron a 25 presos que se habían fugado de diversas cárceles ecuatorianas. Estas cifras fueron el resultado de más de 280 operaciones militares que involucraron a 22,400 efectivos militares en todo el país, según un comunicado oficial.

Sin embargo, el panorama se ve empañado por la retención de al menos 139 funcionarios de prisiones en cinco cárceles ubicadas en Azuay, Cañar, Napo, Tungurahua y Cotopaxi. Aunque se desconoce su estado de salud, esta situación agrega una capa de complejidad al escenario ya tenso.

Las autoridades también informaron sobre la incautación de 61 armas de fuego, 418 municiones de diferentes calibres, 24 artefactos explosivos, nueve embarcaciones, 195 vehículos, equipos de comunicación y 23 kilogramos de sustancias sujetas a fiscalización.

Declaración del estado de excepción

El estado de excepción fue declarado por el Gobierno de Ecuador en respuesta a la fuga de prisión del líder de Los Choneros, José Adolfo Macías, alias ‘Fito’. Esta medida, diseñada para restablecer el orden, ha desencadenado una serie de eventos caóticos en el país, que se ha visto afectado durante años por un aumento alarmante de la inseguridad vinculada a la actividad de grupos armados.

La espiral de violencia, que ha cobrado la vida de al menos diez personas, incluidos dos policías, llevó al presidente Daniel Noboa a emitir un decreto declarando que Ecuador vive un «conflicto armado interno».

Comunidad internacional

Varios países han expresado su apoyo al pueblo ecuatoriano y a su gobierno, condenando los «actos criminales». Los países miembros del Consenso de Brasilia, un mecanismo de cooperación regional en América del Sur, han mostrado su «más enérgico rechazo a la violencia cometida por grupos relacionados con el crimen organizado». En un comunicado conjunto, han respaldado la lucha de Ecuador contra la delincuencia organizada y han instado a la coordinación regional para hacer frente a este flagelo.

En un contexto de incertidumbre, se espera que estas medidas contribuyan a restaurar la seguridad y el orden público en Ecuador, subrayando la importancia del respeto a la democracia y los derechos humanos en este proceso. La situación sigue evolucionando, y la comunidad internacional está atenta a los desarrollos en este país sudamericano.