En la vida diaria, uno normalmente pasa mirando a su alrededor sin ver. No vemos al pobre sentado en la esquina, a la rumana que llora con el niño en brazos o a nuestro vecino al que acaban de desahuciar. Pero en algunas ocasiones hay determinadas personas que hacen un esfuerzo por abrir sus ojos a la realidad, por cruda que esta sea, y se empeñan en cambiar lo que ven por algo mucho mejor.

En Valencia eso fue lo que ocurrió, gracias a la cadena hotelera Starwood. En colaboración con Nidita Guerrero de Unicef Valencia, casi doscientas personas concienciadas con su entorno y ejemplo de solidaridad se reunieron en una magnífica cena. Organizada en el Hotel Westin por el siempre impecable Adolfo Almagro, sus espectaculares jardines sirvieron de marco perfecto para el cóctel previo a la cena, donde la tarrina de cordero lechal o el salmón ahumado compitieron con los deliciosos vinos de Vicente Gandía. Todos los invitados fueron tan generosos que gracias a ellos se pudieron recaudar 10.000 euros que se irán íntegramente a incremental las obras sociales que tiene en marcha Unicef Valencia. No sólo fue un éxito la recaudación de la cena, sino también las aportaciones a la fila cero.

Las colaboraciones fueron espectaculares, como la soprano Sara Daldoss que acudió encantada gracias al Palau de Les Arts, o los objetos donados para un sorteo benéfico como el magnífico jamón ibérico de Manglano, las cenas en el Restaurante Lienzo o el Zen, y fines de semana en diversos hoteles de la cadena Starwood. Los enormes jarrones de flores blancas enmarcaron un salón acogedor y feliz de poder aportar una pequeña gota de ayuda, en un mundo en crisis como es el nuestro. Gracias por una noche increíble en la que lo principal, los niños, fueron el fin que justificó todos los medios.