Rune Sand, gestor del fondo Global Health Care en DNB AM, detecta oportunidades de inversión en tendencias relacionadas con salud como la inmunoterapia, las vacunas de ARNm o la inteligencia artificial (IA)
Entre ellas, las innovaciones: de las tijeras genéticas a las nuevas terapias contra el cáncer. Los factores demográficos siempre han sido un motor clásico de la industria sanitaria: una población mundial en aumento requiere más atención médica. El crecimiento de los mercados emergentes también respalda esa demanda. Actualmente, sin embargo, hay algunas innovaciones tecnológicas que brindan oportunidades de inversión en el sector farma y biotecnológico. Así, la inmunoterapia desempeña un papel cada vez más importante en el campo de la investigación del cáncer. El tratamiento agresivo de las primeras fases del cáncer, en particular, ha demostrado su eficacia. La detección precoz desempeñará un papel aún más importante en el futuro, con el fin de tratar mejor enfermedades agresivas como el cáncer de páncreas o la leucemia mieloide. Las empresas centradas en este desarrollo podrían beneficiarse. El ámbito del diagnóstico también es interesante porque la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) ha endurecido la regulación de los precios de determinados medicamentos superventas en EE.UU., por lo que las inversiones en oncología se han complicado.
No obstante, la innovación sigue siendo un importante motor de crecimiento en la industria sanitaria. El éxito de las vacunas de ARNm durante la pandemia de coronavirus también atrae la atención sobre la investigación oncológica. Empresas como BioNTech y Moderna ya han establecido líneas de investigación centradas en esta innovadora tecnología. Numerosas empresas menos conocidas están además avanzando en la investigación o desarrollando tecnologías auxiliares para optimizar la eficacia de las nuevas vacunas de ARNm. Los radiofármacos, es decir, los medicamentos que contienen isótopos radiactivos específicos y son capaces de destruir las células cancerosas, son una tendencia de futuro apasionante. Las empresas que investigan esta nueva tecnología suelen centrarse en tipos de cáncer mortales. Por ejemplo, en el cáncer mieloide agudo de la sangre, las clínicas siguen recurriendo a la quimioterapia, que ya era el tratamiento de elección en una forma similar en los años sesenta.
La IA dispara las valoraciones
Además de la lucha contra el cáncer -la Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que el número de nuevos casos aumente a más de 30 millones de personas al año de aquí a 2040-, las empresas innovadoras del sector sanitario son cada vez más capaces de centrarse en las enfermedades raras.
Alrededor de cuatro quintas partes de las enfermedades raras son genéticas. Y aquí es donde entran en juego las terapias génicas: mientras que la terapia génica se basa en la modificación de material genético externo, la edición génica puede utilizarse para lograr cambios permanentes en el genoma del paciente en cuestión. La herramienta de edición genética elegida es la tijera genética CRISPR, cuyas inventoras Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier recibieron el Premio Nobel en 2020. Actualmente está pendiente de aprobación un medicamento de edición genética desarrollado por CRISPR Therapeutics y Vertex Pharmaceuticals para tratar la rara enfermedad de células falciformes. Dado que las empresas activas en este campo persiguen un enfoque de plataforma, con el fin de identificar más rápidamente nuevas aplicaciones para las terapias génicas, es probable que el éxito de la aprobación allane el camino para otros principios activos innovadores.
Además de las innovaciones biotecnológicas, la revolución de la inteligencia artificial iniciada hace aproximadamente un año es otro factor determinante en el sector sanitario. La tecnología ya está ayudando a analizar los datos de los pacientes, crear documentos importantes para los procedimientos de aprobación y mejorar la seguridad informática. Especialmente cuando se trata de analizar grandes volúmenes de datos, la IA puede aumentar significativamente la productividad y también permitir a las empresas más pequeñas llevar a cabo proyectos complejos.
Empresas de todo el espectro sanitario están invirtiendo actualmente en IA, desde grandes firmas biofarmacéuticas hasta proveedores de soluciones dentro de las empresas de ciencias de la vida y tecnología médica. Además de grandes innovaciones en menos tiempo, la IA también promete reducciones de costes al margen de la investigación y el desarrollo. Sin embargo, los inversores que se centran en empresas del sector sanitario también deben prestar atención a las valoraciones relacionadas con la creciente “fantasía” de la IA: actualmente, algunos valores ya están demasiado caros.
El impacto publicitario en torno a los medicamentos para adelgazar Wegovy y Zepbound de Novo Nordisk y Eli Lilly también ha provocado un aumento de las valoraciones en el sector. En este contexto, los inversores deben tener en cuenta las limitadas capacidades de producción de los fabricantes y la reacción de organizaciones como las aseguradoras sanitarias. En cualquier caso, los inversores no deben centrarse únicamente en el tema del bombo publicitario. En el sector sanitario confluyen actualmente varias tendencias, que deberían dar a las acciones del sector un viento de cola en 2024. Las perspectivas a largo plazo también prometen ser positivas. Sin embargo, la cuidadosa selección de empresas prometedoras y su asignación efectiva sigue siendo un requisito previo para convertir estas perspectivas en rendimientos estables.
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