‘Plancha’, que en España se ha traducido como ‘Felices 50’ , es una secuela, que no continuación, de ‘Barbacoa de amigos’ (2014). Dirigida también por  Éric Lavaine, en el reparto figuran Lambert Wilson, Franck Dubosc, Guillaume de Tonquédec y Lionel Abelanski.

En este re-estreno organizado por A Contracorriente Films, el< director, Enric Lavaine, explicaba en el Cine Verdi de la calle Bravo Murillo de Madrid las claves del éxito de las dos comedias.

El título de la película había sido sugerido en broma por Guillaume de Tonquédec durante la promoción de ‘Barbacoa de amigos’. En esa película, el protagonista, Antonie, sufre un ataque al corazón, a pesar de haber dedicado su vida a cuidar su salud, su dieta, y hasta las relaciones con su familia y amigos. A partir de ese día, decidió cambiar su vida y la de aquellos que le rodeaban.

En ‘Plancha’ o ‘Felices 50′, Antoine se olvida de esas buenas intenciones y vuelve a las andadas cuando un grupo de amigos se prepara para celebrar en Grecia el cincuenta cumpleaños de Yves, uno de la banda. Pero la anulación del vuelo les obliga a cambiar de planes y viajar al Finistère, en Bretaña, a la mansión familiar de Yves, que les ha vendido un retrato maravilloso de la Bretaña: casas de piedra antigua, páramos fascinantes, playas de arena fina y endiabladas fiestas bretonas. En Bretaña hay de todo, pero todo bajo la lluvia, frente a la soñada isla y el sol del mar Egeo.

El problema es que Antonie no soporta el mal tiempo; Baptiste está constantemente preocupado por la perspectiva de perder su trabajo; Jean-Mich parece llevar una gran vida, y eso pone celoso a Laurent… Unos son más felices y otros menos, pero todos tratan de mantener su amistad, aunque parezca que la vida, las preocupaciones, los egoísmos, siempre se interponen.

Como ‘Barbacoa de amigos’, ‘Felices 50’ es una reivindicación de la amistad desde la sinceridad y desde la solidaridad. En definitiva, una celebración de la vida. Y sobre todo una demostración de cómo el humor puede superar cualquier dificultad.