El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, exige al Gobierno en su intervención en el X Foro Hotusa de Innovación Turistica que mejore las «políticas activas» de empleo para favorecer la empleabilidad en el sector del turismo, «coordinadas con el sistema de prestaciones y subsidios de desempleo», y reducir el paro.

En una economía con elevado desempleo como la española,  esa medida ayudaría a reducir la escasez de mano de obra que perciben un 42,5% de las empresas turísticas.

La empleabilidad también mejoraría con la puesta en marcha de políticas que favorezcan la oferta de vivienda en alquiler para permitir una mayor movilidad de los trabajadores entre regiones, así como las políticas migratorias para aliviar los desajustes del mercado laboral.

También contribuiría a mejorar la productividad del sector, inferior a la del conjunto de la economía, al ayudar a reducir la elevada temporalidad en el empleo y también la alta rotación, que impide que los trabajadores ganen en experiencia.

En el turismo, el contrato fijo discontinuo pasó del 11% en 2021 a un 20,8% de media en 2023, por encima del conjunto de la economía, gracias a una reforma laboral que limitó las contrataciones por tiempo definido.

El turismo es uno de los sectores que presenta una mayor concentración de empleados en los grupos de jóvenes y de baja cualificación, lo que le hace más sensible a los incrementos del salario mínimo, que han sido muy significativos en los últimos años.

En 2023, los incrementos salariales en el sector se han situado por encima del resto, y los costes laborales unitarios también han crecido mucho, lo que, unido al incremento de las cotizaciones sociales y a la baja productividad, ha elevado los costes laborales unitarios por encima de la Unión Monetaria y Económica (UEM) desde el inicio de la pandemia.

De mantenerse esta evolución, se terminará dañando la competitividad-precio de las empresas españolas y, en particular, a las del sector turístico, ha añadido.

El gobernador del Banco de España también pide al Gobierno que apruebe incentivos fiscales para animar a las empresas del sector turístico a invertir más en innovación y desarrollo.

En cuanto a la transición energética, se trata de un gran reto para el transporte aéreo. En España, el 40% de esta actividad está ligada al turismo, por lo que es importante proporcionar un marco estable y previsible para una transición que ayude a las empresas a tomar decisiones.

Aquí también es fundamental la colaboración público-privada y el foco debe ser perseverar en la mejora de calidad de la oferta turística y en su diversificación para reducir la saturación de algunos destinos y la estacionalidad.

La competitividad del turismo depende de la capacidad de las empresas y de los trabajadores de dar servicio de calidad y de adaptarse con flexibilidad a los cambios en los patrones de demanda. Pero también de mantener un marco general que favorezca la seguridad jurídica, el funcionamiento eficiente de los mercados y la actividad empresarial.