Recientes ataques a buques portacontenedores por parte de militantes hutíes en el mar Rojo han generando preocupaciones sobre un posible cuello de botella en la cadena de suministro y un incremento en los precios, informa Crédito y Caución, la aseguradora de Atradius (GCO).

Los ataques han llevado a que los buques eviten las rutas por el mar Rojo, una vía por donde transita aproximadamente el 30% de todo el transporte marítimo de contenedores y es vital para la carga desde la región de Asia-Pacífico hacia Europa.

Como resultado, las rutas alternativas que deben tomar los buques son más largas, implican un mayor consumo de combustible y, por ende, provocan un aumento en los precios.

La crisis en el mar Rojo parece insuficiente para revertir las actuales tendencias de moderación de precios y es poco probable que provoque un replanteamiento de los recortes de tipos de interés por parte de los bancos centrales.

Las principales compañías de transporte marítimo han suspendido operaciones en la zona, desviando las rutas alrededor del Cabo de Buena Esperanza, sometiendo a las cadenas de suministro a trayectos más largos y menos seguros.

Este hecho podría reducir la capacidad de transporte marítimo internacional en aproximadamente un 20%, siendo las empresas europeas las más afectadas a corto plazo. Estas importan equipos eléctricos, bienes de alta tecnología, caucho y plásticos, productos químicos y maquinaria desde la región de Asia-Pacífico.

La economía de Egipto también se encuentra especialmente vulnerable ante un conflicto prolongado en el mar Rojo, ya que más del 2% del valor añadido bruto (VAB) del país y el 3,5% de los ingresos públicos están vinculados al Canal de Suez.

«Es previsible que el impacto de los ataques de los hutíes y el aumento de los costos del transporte marítimo en la inflación mundial sea bastante limitado», destaca Niels de Hoog, economista senior de Atradius y especialista en Oriente Medio.