Ésta debe ser protegida por la Convención para la Prevención y Sanción del Genocidio, vigente desde 1948.

También ha ordenado a Israel que permita la entrada de ayuda humanitaria en la Franja.

Israel debe informar al Tribunal en el plazo de un mes sobre el cumplimiento de estas medidas y conservar las pruebas de los crímenes.

La orden es vinculante, si bien el tribunal no tiene capacidad para obligar a su cumplimiento.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, destaca que la acusación de genocidio formulada por Sudáfrica contra Israel en el Tribunal Internacional de Justicia de la ONU, con sede en La Haya, es “escandalosa”. “Como todo país, Israel tiene un derecho inherente a defenderse. El vil intento de negar a Israel este derecho fundamental es una discriminación flagrante contra el Estado judío, y ha sido justamente rechazado”, subraya en un comunicado.