La crisis del mar Rojo está incrementando los costes globales de transporte. No obstante, el indicador de ‘cuellos de botella’ del Banco de España sugiere que su impacto económico sería, por ahora, reducido respecto a otros episodios anteriores. «En cualquier caso, resulta necesario vigilar de cerca la situación. La frecuencia diaria de nuestro indicador de cuellos de botella facilita este seguimiento en tiempo real», admite Francesca Viani, del departamento de Economía Internacional y Área del euro del Banco de España, en un blog publicado por éste.
En los últimos años se han producido disrupciones significativas en el comercio global, que han provocado “cuellos de botella”. Los cuellos de botella impiden que la oferta mundial de determinados bienes y servicios atienda debidamente las necesidades de la demanda. Estos desajustes afectan negativamente a la actividad y generan presiones inflacionistas. Dada su relevancia económica, el Banco de España ha desarrollado un indicador para valorar, en tiempo real, la intensidad de los cuellos de botella.
Desde mediados de diciembre, las tensiones en Oriente Medio están afectando al transporte marítimo de mercancías. La principal ruta afectada es el canal de Suez, por donde transita un 30% del tráfico global de contenedores. Los ataques de los rebeldes hutíes de Yemen a los buques de carga en el mar Rojo hacen arriesgado el tránsito por la zona y han elevado el coste de los seguros. Ante esta situación, gran parte del tráfico marítimo se está desviando a otras rutas alternativas que rodean África. Como consecuencia de ello, el tráfico en el mar Rojo se ha reducido en un 40% desde el inicio de la crisis , y los tiempos de navegación y los costes de transporte se están incrementando.
Esta situación no es nueva. Desde los confinamientos por la pandemia en 2020, los cuellos de botella han afectado a las perspectivas económicas globales a menudo. La invasión rusa de Ucrania supuso otro episodio de disrupción, en este caso en la oferta de productos energéticos y agrícolas. Y, ahora, la crisis en el mar Rojo.
El Banco de España publica mensualmente su propio índice de cuellos de botella, (SBI por sus iniciales en inglés), que tiene la ventaja de poder calcularse con frecuencia diaria, lo que permite realizar un análisis en tiempo real de las tensiones en las cadenas de suministro.
El SBI que mide específicamente la intensidad de los cuellos de botella en el mar Rojo y el canal de Suez ha sobrepasado el nivel alcanzado en marzo de 2021, cuando el encallamiento del buque Ever Given bloqueó el canal durante seis días.
La crisis actual tiene, de momento, un impacto limitado sobre el índice principal de cuellos de botella. Si bien el SBI se ha incrementado, sobre todo en la Eurozona, desde mediados de diciembre, se mantiene muy por debajo de los máximos registrados durante la pandemia. La actual debilidad de la demanda global y la ausencia de congestión en la industria logística y en las cadenas globales de suministro antes del episodio actual habrían contribuido a esta contención de los cuellos de botella.
El impacto sobre la inflación sería, por ahora, muy reducido. «No obstante, a diferencia del episodio del Ever Given, hay mucha incertidumbre sobre cómo evolucionará la crisis, que podría ir a peor. Por ello, hay que vigilar de cerca la situación», advierte Francesca Viani.
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