Este aumento sigue a un sólido desempeño económico en años anteriores, con un crecimiento del 5,8% en 2022 y del 6,4% en 2021. El repunte económico en 2023 se atribuye al incremento de la demanda nacional, que contribuyó con 1,7 puntos al crecimiento, y a la demanda externa, que aportó 0,8 puntos.

El valor del PIB a precios corrientes para el conjunto de 2023 alcanzó los 1.462.070 millones de euros, mostrando un incremento del 8,6% en comparación con el año anterior.

En cuanto al último trimestre de 2023, la economía española registró un aumento del 0,6% respecto al trimestre anterior, dos décimas más que el avance observado en el tramo julio-septiembre. En comparación con el mismo periodo de 2022, el crecimiento anual fue del 2,0%, con una contribución de 2,1 puntos de la demanda nacional.

Perspectivas

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, destacó que el crecimiento del 2,5% «supera todas las expectativas». Resaltó el aumento del 0,6% en el último trimestre, situando al país en una posición ventajosa para cumplir el objetivo de crecimiento del PIB del 2% en 2024. Cuerpo enfatizó el papel crucial del consumo privado y la creación de empleo, así como la recuperación de la competitividad empresarial que impulsó las exportaciones.

En cuanto a la inflación, Cuerpo señaló que se mantiene alrededor del 3%, y destacó la moderación de la inflación subyacente hasta el 3,6%, casi su valor mínimo en los últimos dos años. Subrayó que la moderación de la inflación es compatible con las medidas de apoyo a hogares y empresas implementadas por el Gobierno para hacer frente al aumento de los precios.

El ministro concluyó que España se espera que sea la economía líder en la zona euro, no solo en 2023, sino también en 2024, consolidando así su posición como una de las naciones de mayor crecimiento en la región.

Reacciones de los analistas

Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad, resalta que la economía española “se aceleró claramente por encima de lo esperado, gracias, sobre todo, al fuerte tirón de la demanda nacional”, según los datos del crecimiento del PIB del cuarto trimestre, que “ha sorprendido, en este caso positivamente”, marcando un 2% interanual frente al 1,6% esperado y 1,8% anterior.

Destaca el experto el incremento del número de horas trabajadas: “La productividad sigue marcando números negativos, lo que expone claramente que el crecimiento en nuestro país sigue siendo esencialmente extensivo (aumento de tamaño) y no intensivo (aumento de productividad)”. “En todo caso, se trata de un buen dato, que compara muy favorablemente con otros países de nuestro entorno”, subraya.

“La concatenación de crecimiento razonablemente fuerte e inflación al alza no son los mejores condimentos para que el BCE inicie a corto plazo la senda de bajada de tipos”, prosigue. “Aunque el crecimiento en Europa no muestra el dinamismo que refleja en España, no parece prudente comenzar a relajar las condiciones monetarias con una inflación que exhibe, aún, tintes de no estar del todo embridada”, prosigue. A la espera de más contraste en el ámbito de la Unión Europea, señala que “los mercados han interpretado los recientes datos en términos positivos para renta variable (entendiendo que el crecimiento se traducirá en mejora de beneficios empresariales) y negativos para renta fija, en la medida en la que las primeras bajadas de tipos deberían demorarse en el tiempo algo más de lo inicialmente estimado, hasta que los precios muestren auténticos signos de contención”.

Sobre el repunte de tres décimas visto en la inflación, a nivel general (hasta el 3,4%), empujada sobre todo por los precios de la energía, indica que “ha sorprendido al consenso de mercado, que esperaba un IPC final del 3%”. “Ello nos pone en un contexto de precios que, si bien se muestran significativamente más contenidos que hace un año, mantienen una elevada resistencia a moderarse hacia niveles alineados con las expectativas del BCE, en el entorno del 2%”, incide Del Pozo.

César González, director financiero de Avanza Previsión, destaca que “España continua a la cabeza de Europa, con ese 2,5% de crecimiento. Sin embargo, dicha cifra se sustenta por el gasto público (y no por el consumo de los hogares) que no es otra cosa que deuda para el país con todo lo que ello conlleva”, indica.

Sobre el repunte del dato de la inflación, indica que está «principalmente motivado por la retirada de algunas subvenciones del ejecutivo, el aumento del precio de la electricidad derivado del efecto base del año anterior y unido a la tensión de Oriente Medio; si bien es cierto que la bajada de los carburantes respecto a hace un año ha provocado que la subida no haya sido mayor aún». Por otro lado, «el valor de la subyacente continúa en el 3,6%, niveles altos que demuestran que la subida de precios, más allá de los precios de los alimentos frescos y energía, sigue afectando a toda la cadena productiva».

Por último, destaca que «enero suele ser un mes “bueno” en términos de inflación algo que no se ha cumplido en este ejercicio».