La demanda en la industria española se debilita y los expertos advierten de una amenaza de “desaceleración intensa” en la Eurozona, ya que ha sufrido la mayor contracción en los 3 últimos años. A este respecto, el 74% de los profesionales del sector considera que se debe a una situación estructural (España es, cada vez más, una economía de servicios, con baja productividad, con la competencia de países extracomunitarios, el elevado endeudamiento público, desempleo, inflación), según el VII Barómetro Industrial y el informe ‘Una perspectiva económica de la situación de la industria en España (2023)’.
El Barómetro Industrial es elaborado por el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España (Cogiti)–con la colaboración de la Fundación Caja de Ingenieros–. Por su parte, el informe ‘Una perspectiva económica de la situación de la industria en España: actualización 2023’, que se incluye en esta edición del Barómetro –al igual que en los cuatro años anteriores– ha sido elaborado por el Servicio de Estudios del Consejo General de Economistas de España.
El presidente del Cogiti, José Antonio Galdón, destaca “la mejora de la percepción por parte de los profesionales, pese a que aprecian problemas estructurales en el sector industrial, que deberían ser afrontados en una nueva Ley de Industria, que, entre otras cuestiones, debería apostar por la autonomía estratégica y considerar las zonas despobladas como eje del nuevo desarrollo industrial que dé soporte a la transición energética y la descarbonización de la economía”.
El presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, señala que “la recuperación de la industria española está siendo más débil de lo que se podría esperar, incluso muestra señales de ralentización, pues los últimos datos disponibles muestran que en 2022 aún no se había llegado a recuperar aún el nivel prepandemia y que somos el cuarto país de la UE que menos ha crecido desde 2015”. «El Valor Añadido Bruto de nuestra industria ha aumentado un 14,49% y también el número de empresas del sector (un 1,24%), pero en ambos aspectos lo hemos hecho por debajo de la media de la UE”, precisa.
La nueva Ley de Industria “no se puede dilatar más en el tiempo, pues es necesario contar con un nuevo marco normativo que recoja la situación actual de la industria en España”, y que también «incluya programas específicos para aquellos subsectores que pueden ayudar a mitigar problemas de primera magnitud para nuestro país, como es el de la escasez de agua”.
En este sentido, Pich ha llamado la atención sobre “el pobre comportamiento del subsector del suministro de agua, actividades de saneamiento, gestión de residuos y descontaminación, que, a precios corrientes, ha presentado el menor crecimiento del sector, perdiendo aún más peso dentro de nuestro tejido industrial, y quedándose por debajo del 7% del VAB total”.
El director del Servicio de Estudios del Consejo General y coordinador del informe, Salvador Marín, subraya que “la contribución de cada comunidad autónoma en la producción del total del sector industrial muestra que es Cataluña la comunidad autónoma que más contribuye al total de la industria nacional con un 21,68%, seguida de un grupo de comunidades autónomas formadas por Madrid, Andalucía y Valencia con una contribución de alrededor del 11-12%. En el extremo inferior aparece un grupo formado por seis comunidades autónomas: Baleares, Canarias, Cantabria, Asturias, Extremadura y Rioja, con una contribución inferior al 2,5%”.
La coordinadora del Barómetro Industrial, Mónica Ramírez, subraya las principales conclusiones de la edición de 2023:
- la pérdida del peso de la industria en el PIB español, todavía alejado del 20% que la Unión Europea había fijado para 2020, el 53,12% considera que se debe a la pérdida de competitividad de la industria española, seguido del 30,26% que cree que se debe a la falta de inversión.
- el 81,57% de los ingenieros piensa que se debería generar un tejido industrial manufacturero en torno al sector energético, y que como primera medida se podría incentivar el acceso a las materias primas necesarias.
- casi el 76% considera que el sector industrial podría ser un eje estratégico en lo que respecta a la “España vaciada”, con la gestión y utilización de los recursos naturales de la zona como primera medida a aplicar.
- el 80% de los ingenieros considera necesaria una nueva Ley de Industria, que debiera contener programas específicos industriales en “zonas de reto demográfico”, y una mayor homogeneidad en las definiciones, procedimientos y trámites de los diferentes reglamentos de Seguridad Industrial (así lo opina el 83%).
- sobre la descarbonización, el 50,52% cree que la “gran industria” está preparada o muy preparada, y esta percepción disminuye hasta el 24% en el caso de las pymes.
- la inteligencia artificial supondrá un avance para el sector (56,39%), mientras que un 29% opina que puede conllevar la pérdida de puestos de trabajo.
- en materia de ciberseguridad, el 75% de los ingenieros considera que es importante a la hora de hacer frente a las amenazas de los avances tecnológicos, y el 46,35% sitúa el nivel de integración actual de la misma en el sector industrial en una opción intermedia (46,35%).
- el conflicto de Gaza supondrá un freno al tejido industrial en España (55%), por la inestabilidad y el alza de precios del sector energético, y el 17,48% considera que conllevará también un freno a las exportaciones globales, frente al 16% que cree que no tendrá efectos, y un 11,58% que piensa que incluso podría ser una oportunidad.
- sobre las inversiones extranjeras en las industrias de sectores estratégicos de España, el 41% piensa que habría que endurecer el control
- el 42,53% opina que su empresa ha disminuido los márgenes de explotación y los resultados netos a causa de la inflación y la subida de los tipos de interés, y el 43,24% lo sitúa en una opción intermedia.
- el encarecimiento del crédito afectará negativamente a la situación de su empresa y en el comportamiento y/o crecimiento de la economía española 64%).
Las respuestas de los ingenieros son algo más positivas en 2023 que en 2022, y la diferencia es mayor si las comparamos con las de los años 2020 y 2021, que estuvieron plenamente marcados por la pandemia.
En cuanto a la situación de la industria en sus respectivas regiones, el 30,43% la califica como mala o muy mala (frente al 32,57% de 2022).
Existe un cierto descontento con las Administraciones nacional y regional, en lo que respecta a las medidas tomadas para desarrollar y fomentar el sector industrial. Un 47,62% considera que los incentivos a la industria promovidos en su región son insuficientes, y alcanza el 53,73% de descontento cuando se traslada esta misma pregunta al ámbito nacional. Estos datos reflejan una desconfianza algo menor que respecto a 2022, que fueron del 51,59% y del 55% respectivamente.
En cuanto a la evolución de la situación del sector industrial en los próximos 6 meses en España, el 41,29% marca la opción intermedia.
En cuanto a las actuaciones llevadas a cabo por la Administración de España en materia económica, los Ingenieros Técnicos Industriales lo tienen claro: un 75% de los encuestados considera que no son suficientes o apropiadas. Un porcentaje muy similar al de 2022, con el 74%.
El 80,66% de los trabajadores por cuenta ajena considera que su situación laboral en la empresa donde trabaja es buena o muy buena (en 2022 este porcentaje fue del 70%).
En el caso de los trabajadores por cuenta propia (empresario o autónomo), el 47,74% piensa que la situación económica actual de su empresa es buena o muy buena, lo que supone 7 puntos más que en 2022 (40,75%), y 10 puntos más que en 2021 (37,55%).
En cuanto a la evolución económica de su empresa en los próximos años, el 49%, opina que será buena o muy buena, cuatro puntos más que hace un año
Situación de la industria
Salvador Marín resume ‘el Informe Una perspectiva económica de la situación de la industria en España’:
- El Valor Añadido Bruto (VAB) anual –la diferencia entre los gastos de producción y los ingresos por ventas– de la industria manufacturera muestra un comportamiento similar al del PIB, mientras que el resto de las industrias (extractivas, energéticas y de suministro de agua y actividades de saneamiento y residuos) ha experimentado una caída muy pronunciada con respecto al PIB y el VAB de la industria manufacturera, especialmente en 2021 y 2022
- el peso mayoritario de la industria manufacturera baja del 75% en 2022 al 72%, llegando a suponer el 72% del total, este dato se ha reducido con respecto al 2021 donde suponía el 75%.
- la industria aporta el 17% del VAB total del país durante el 2022, cifra notablemente superior a la de los sectores de la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca y el de la construcción
- en empleo, la industria destaca sobre la agricultura y la construcción, pese a presentar una preocupante desaceleración durante el segundo trimestre de 2023 donde pasó de suponer el 13,6% del empleo total en el primer trimestre al 12,9%.
- sorprende la involución de las expectativas de precios de venta para los próximos tres meses, y cómo caen desde febrero de 2022 hasta diciembre de 2023, lo que supone un notable descenso del indicador, coincidiendo con el comienzo de la invasión rusa de Ucrania.
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