Iberifier nació en 2021 para «investigar, monitorizar y verificar la desinformación», explica su coordinador, el catedrático de Periodismo de la Universidad de Navarra, Ramón Salaverría. Formado por más de 70 profesionales de 23 organizaciones públicas y privadas (Universidades, agencias de noticias y de verificación, firmas de análisis estratégico) de España y de Portugal, ha recibido 1,27 millones€ de la Comisión Europea para proseguir sus esfuerzos hasta 2026.

En esta nueva etapa, donde se potenciará la sensibilización y formación de la ciudadanía en torno a la desinformación, el número de socios sube a 25 (se incorporan el digital español Newtral, el Instituto Politécnico de Viseu y el Laboratorio de Instrumentación y Física Experimental de Partículas de Portugal), y su labor se extenderá al análisis de los fenómenos de desinformación de los países hispanos y de habla portuguesa.

Salaverría subraya que el éxito de Iberifier es «la colaboración, participamos instituciones públicas y privadas, Universidades y medios de comunicación, y colaboramos investigadores de dos países unidos por preocupaciones similares».

Iberifier forma parte de la red de centros de los 27 países de la UE, coordinados por el European Digital Media Observatory (Edmo). Su coordinadora, Paula Gori, destaca que es «una plataforma común europea y multidisciplinar que conecta con centros nacionales de todos los Estadios miembros». Y que «la desinformación no tiene fronteras y es un fenómenos global, pero el elemento local juega un papel clave y no puede ser descuidado».

En la jornada de balance de «tres años de lucha contra la desinformación», intervinieron también Gustavo Cardoso, del Instituto Universitário de Lisboa); Kristina Stump, de la Comisión Europae; Marina Rodríguez, de la Unidad de Ciberseguridad y contra la Desinformación del Departamento de Seguridad Nacional); Juan Gómez-Romero, de la Universidad de Granada; Sergio Hernández, de EFE Verifica; y María José Rementería, de Barcelona Supercomputing Center.

El mensaje fue unánime: «hay que vertebrar una respuesta institucional a la desinformación, un problema inabarcable, no se puede aspirar a acabar con él, y garantizar una información de calidad»