Incendio y solidaridad

02/03/2024

Josep M. Orta.

El trágico incendio de un edificio de Valencia ha sido un ejemplo no sólo de la solidaridad con los afectados si no también de la efectividad desde el primer momento de las autoridades para remediar, en lo que era remediable, la situación de los afectados, y no es algo menor las facilidades que han prometido las autoridades para facilitar la recuperación de la documentación que se ha perdido con el incendio.

Pero los días pasan, el incendio progresivamente desaparece de los medios de comunicación, las emociones del primer momento se diluyen y poco a poco la solidaridad se olvida y la desgracia pasa a ser un mal recuerdo mientras los supervivientes y los familiares de las víctimas sufren el duelo en solitario y con un montón de problemas urgentes a resolver,

Me gustaría que esta desgracia y la celeridad con que han actuado las autoridades sirviera de ejemplo para las posibles situaciones similares que se produjeran. Periódicamente aparece en la prensa las quejas de los afectados por la erupción del volcán de la Palma que devastaron en 2021 buena parte de la isla y dejaron sin tierra y casa a numerosos vecinos. Estos se quejan de que están desamparados y buena parte de las promesas de ayudas realizadas cuando el volcán estaban en erupción o han quedado en el olvido o se eternizan los trámites para conseguir las ayudas. Algo parecido pasó en el atentado de la estación de Atocha del 2004, donde los pleitos sobre la autoría del atentado (“ha sido ETA”), la división entre los afectados por la manipulación de los políticos propició que las víctimas y sus ayudas quedaran en segundo plano.

Algo parecido sucedió con el atentado de Las Ramblas del agosto del 2017 en Barcelona mientras que las víctimas del atentado de Hipercor en el año 87 tardaron años en recibir las indemnizaciones y los afectados aún se quejan de la falta de atención de las administraciones.

No se puede olvidar de las víctimas de ETA, que el Estado – como en otros atentados- se gastaba un dineral en suntuosos entierros pero los familiares de las víctimas tenían que esperar años para recibir una compensación mientras sus familias se las veían y seseaban para poder pagar cada mes los gastos ordinarios.

Sería bueno que el ejemplo de solidaridad con los afectados por el incendio de Valencia creara precedente y cuando sucedieran desgracias similares los afectados no pasaran de las buenas palabras de los primeros momentos al olvido y desamparo cuando dejaran de estar en el primer plano de la atención pública.

¿Te ha parecido interesante?

(+3 puntos, 3 votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.