Marzo podría pasar sin pena de gloria, sin ningún cambio en la política de los tipos de interés, pero el tercer mes del año es clave para conocer las proyecciones del BCE para los siguientes meses del año, con lo que como asegura Ronald Temple de Lazard AM, Lagarde podría desvelar las orientaciones y expectativas en cuanto a lo que se hará con los tipos de interés.

De momento las quinielas de los analistas muestran un 23% de probabilidades de que la bajada se produzca en abril y un 93% de que tenga lugar en junio. En lo que sí parece haber consenso entre los expertos en que la bajada será de 25 puntos básicos.

Una de las razones por las que en este marzo se mantendrán invariables los tipos es que el BCE quiere incidir un mes más en contener y bajar la inflación, que aún queda lejos del 2% fijado como criterio antes de la pandemia. Este paso se dará cuando haya más síntomas de la desaceleración de los precios. Al menos así lo apuntan en Pimco y Muzinich ante la bajada de precios más lenta de lo que se esperaba.

Lo que sí parece evidente es que Lagarde todavía mantiene sus dudas sobre la marcha de la economía y la inflación de la Eurozona. Mientras no las despeje no moverá ficha.