El informe sobre la ‘Mujer Autónoma’, publicado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos-ATA, revela un cambio significativo en el panorama del emprendimiento en España. En 2023, el 92,3% de los nuevos cotizantes que se unieron al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) fueron mujeres, un total de 14.582, en comparación con el 7,7% de hombres, a pesar de que estos representan el 63,2% del colectivo.

Marcada una tendencia en la última década

El aumento de trabajadores autónomos en España es liderado por mujeres. En los últimos diez años, mientras las mujeres experimentaron un crecimiento del 15,4%, los hombres solo crecieron un 6,2%. De los 288.050 nuevos afiliados al RETA desde diciembre de 2012, 163.867 fueron mujeres, superando a los 124.189 autónomos varones.

Candelaria Carrera, responsable del área de Mujer de ATA, destaca que, a pesar de los desafíos que enfrentó el colectivo autónomo en 2023, las mujeres han sido las protagonistas, impulsando el crecimiento del trabajo autónomo y emprendiendo nuevas actividades.

Evolución en las diferentes comunidades autónomas

Solo seis lograron sumar cotizantes al RETA. Andalucía, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Canarias, Cataluña e Islas Baleares lideraron este crecimiento, sumando más de 15,000 autónomos y autónomas. Sin embargo, al desglosar los datos por género, se revela que seis comunidades no aumentaron el número de mujeres autónomas en 2023, mientras que once vieron incrementar su presencia emprendedora femenina.

La construcción del informe también destaca que, a pesar de la tendencia positiva, las mujeres representan el 36,8% del total de autónomos registrados en el RETA, un porcentaje que va en aumento año tras año. Asturias y Galicia son las comunidades con mayor proporción de mujeres autónomas, superando el 40% del total.

En comparación con la Unión Europea, España muestra un panorama alentador, con un 35,5% de mujeres autónomas frente al 33,6% de media en Europa. Países como Italia, Alemania, Bélgica e Irlanda tienen porcentajes inferiores al español.

El análisis por sectores revela que las mujeres autónomas destacan en comercio, hostelería, actividades profesionales, científicas y técnicas, actividades sanitarias, actividades administrativas, educación, actividades financieras y de seguros, y actividades inmobiliarias. Aunque la construcción es el sector principal para los autónomos varones, solo el 3,4% de mujeres opta por esta área.

Conclusiones del estudio

Carreras enfatiza que las mujeres no solo emprenden en sectores tradicionalmente asociados con lo femenino, sino que también incursionan en industrias históricamente dominadas por hombres, desafiando estereotipos y demostrando que su capacidad emprendedora no tiene límites.

La presencia creciente de mujeres en el ámbito autónomo no solo refleja un cambio estadístico, sino también un reflejo del cambio social y económico que está teniendo lugar en la sociedad española. La autonomía económica se posiciona como una clave para el empoderamiento femenino, y las mujeres autónomas se erigen como protagonistas indiscutibles en el panorama emprendedor de España.