El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès (i), y el líder del PSC, Salvador Illa (d)
David Zorrakino / Europa Press
El acuerdo sobre la futura ley de amnistía entre el PSOE y Junts no ha sido suficiente como para que el Gobierno de Pedro Sánchez vaya a tener el resto de la legislatura tranquila, ni con sus socios independentistas de ERC en Cataluña. A la primera de cambio, Junts ha mostrado cuál va a ser su postura: negociar una a una cada ley que los gobiernos central y catalán presenten.
No importa que en esta ocasión le plante cara a su exsocio del Gobierno catalán, ERC. Claro está, que en este capítulo, la lectura de esta postura se puede entender en clave electoral, ya que cada vez se extiende más el rumor de que Aragonés no acabe el plazo y adelante elecciones a este año, en vez de esperar a 2025. Aunque también podría ser una forma de provocar ese adelanto electoral.
De esta forma, la formación independentista acaba de presentar una enmienda a la totalidad a los presupuestos de Pere Aragonés, alegando «falta de voluntad de diálogo». El Ejecutivo catalán lo ha único que ha podido responder ante este órdago a la grande es su disposición a «negociar».
Los dos máximos portavoces de Junts, Josep Rius (en nombre de la dirección del partido), y Mònica Sales, como portavoz parlamentaria catalana, enfatizaron que la presentación de esta enmienda a la totalidad es un «mensaje» al Ejecutivo catalán, y aseguran que más de rechazo total al proyecto de presupuestos es «preventiva» dado que este lunes finalizaba el plazo para presentar las enmiendas a la totalidad. Su objetivo es negociar las cuentas públicas catalanas «hasta el último minuto».
Los de Junts quieren destacar «el cambio de cromos» entre el Gobierno de Aragonés con los socialistas catalanes del PSC y los Comunes.
Junts per Catalunya (Junts) anunció este lunes que ha presentado una enmienda a la totalidad a los presupuestos de la Generalitat catalana ante la “falta de voluntad de diálogo” del Ejecutivo de Pere Aragonès, pero reiteró su disposición a negociar. Incluso ponen en evidencia la falta de interés del presidente catalán con hablar con ellos, ya que solo se ha reunido cuatro veces con Junts, e incluso uno de esos encuentros tan solo duro unos 20 minutos.
De esta forma, y ante la falta de consenso entre Aragonés y Junts, los de Carles Puigdemont aseguran que las cuentas presentadas por el Ejecutivo catalan «no representan el modelo de Junts», y de salir adelante sólo servirían para «perpeturar el desgobierno y la mala gestión de ERC», según explicó Sales.
La iniciativa de Junts y las explicaciones dadas no han sorprendido a ERC, cuya portavoz parlamentaria, Marta Vilalta, considera que «va en la línea de cómo han estado negociando». La portavoz republicana ha concretado que su forma de negociar ha sido evitar o esquivar algunas reuniones.
Lo único que sorprende al Gobierno de Aragonés es que Junts prefiera «impedir y bloquear» unos presupuestos en lugar de ser un «actor útil» para ayudar a Cataluña y a sus ciudadanos.
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