A veces las negociaciones duran meses, cuando parecen cerradas, una marcha atrás significa un vuelta a empezar, mientras los acontecimientos políticos desbordan todas las expectativas. Esta es la singladura de una problemática y denostada ley de amnistía, que ha avanzado en el Congreso de los Diputados, en la misma votación que en enero resultó fallida por los votos en contra de Junts. Esta vez todo ha salido como estaba previsto.

En total, 178 a favor han salvado en el Pleno del Congreso el paso previo a ser enviada al Senado, donde el PP ya tiene previsto retrasar su tramitación dos meses. Será rechazada por la mayoría absoluta de los populares, pero al final regresará al Congreso de los Diputados para su aprobación definitiva.

Esta sería la hoja de ruta si no pasan más cosas porque estos días todo pasa y casi nada sorprende. La aprobación de la ley de la amnistía en el Congreso ha tenido lugar pocas horas después, ni siquiera ha pasado un día, desde que Pere Aragonès decidiera adelantar las elecciones en Cataluña, y que el Gobierno se haya visto obligado a anunciar que no habrá Presupuestos Generales del Estado para este año. Se prorrogarán los de 2023.

La lentitud de las negociaciones, de repente, se ve sobresaltada por la rapidez de los acontecimientos. Desde el Gobierno socialista su hoja de ruta se ve rectificada cada vez que alguno de sus siete socios (Junts, ERC, Sumar, Podemos, Bildu, PNV, BNG y CC) cambian algún punto de su acuerdo. Pero el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sigue asegurando que hay legislatura para rato. Un canto a la tranquilidad en la que ya pocos creen. Es más, el barómetro del CIS de marzo confirmó que alrededor del 70% de los encuestados desconfían de lo que dice el jefe del Ejecutivo español. Lo cierto es que frente al optimismo de Sánchez de agotar la legislatura, en el Pleno del Congreso se notaba ciertas dudas y muchos ven peligrar la legislatura.

El adelanto electoral en Cataluña ha pillado por sorpresa a casi todos y parece que nuevamente se va a producir un cambio de guion. Puede que en la campaña electoral se libren nuevas batallas entre partidos que por el momento se consideraban socios. Del resultado electoral dependerá el futuro de la legislatura.

De momentos, los independentistas de ERC y Junts han visto cumplido el compromiso de Pedro Sánchez de elaborar una ley de amnistía a su gusto. Y han salido de la votación con su defensa de la independencia intacta, y con sus prófugos y perseguidos a punto de ser perdonados. Las previsiones son que el próximo verano los prófugos ya hayan regresado a España, y los inhabilitados o pendientes de juicio perdonados. Esta es la reconciliación para Pedro Sánchez.

Una mayoría absoluta de 178 votos

De esta forma, el Congreso de los Diputados ha aprobado por mayoría absoluta la proposición de Ley de Amnistía que el PSOE pactó con los independentistas catalanes para la investidura de Pedro Sánchez. El texto ha sido remitido al Senado para continuar su tramitación.

Ha habido dos votaciones, una electrónica para aprobar el dictamen y una segunda, en la que se requería un mínimo de 176 votos dado que es una ley de rango orgánico. A petición del PP, esta votación clave ha sido pública y por llamamiento, con los diputados poniéndose en pie y gritando su voto a viva voz.

Pero en ambas votaciones el resultado ha sido el mismo, sin que hubiera sorpresas: 178 votos a favor de PSOE, Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNV, Podemos, BNG y el diputado José Luis Ábalos, y 172 en contra de PP, Vox, Coalición Canaria y UPN. Una vez aprobada se ha remitido al Senado para que continúe su tramitación. Probablemente en mayo será aprobada definitivamente.