Descubriendo mi ciudad -Madrid- llegué a la Antigua Pastelería del Pozo. Ubicada en la calle del Pozo, es evidente que se llama así porque en el lugar que desde 1830 ocupa la pastelería, se encontraba un pozo que decía que era milagroso y al que la gente arrojaba reliquias.

Ha sido un hallazgo estupendo. Un local pequeño con el obrador pegado. Lo descubrí siguiendo la senda del olor. Merece la pena. Es un lugar con solera, sus enormes puertas, cuarterones de madera maciza, protegen las cristaleras por las que se puede seguir el trabajo de los artesanos. Todo se hace en el día, cuando estuve, serían las ocho de la tarde, un grupo de unos nueve obradores estaban trabajando la masa de los bollos de reyes, según los iban sacando, iban metiendo más al horno. Calculan que entre el día 1 y el 15 venden unos 1000 roscones diarios. No tienen capacidad de producir más porque todo se hace a mano. Para decorar, la típica de azúcar, no dan paso a ninguna incorporación moderna. Siguen escrupulosamente la tradición.

Me contaba el dueño, (es el señor del jersey rojo que se ve al fondo de la foto) que han encargado 6 litros de esencia de azahar valenciano y que diluyen unos 50 mm en un 10 litros de agua. Me perdí con la cuenta…..Lo cierto, es que la colas dan vueltas a la manzana porque el que ha probado sus pasteles regresa aunque tenga que hacer media hora de espera. Ahora es tiempo de roscones de reyes, en temporada normal, su hojaldre casero relleno de cabello de ángel es gloria bendita¡¡¡ merece la pena una visita.

Por la Antigua Pastelería del Pozo han pasado por su dirección tres familias, la última, es la de los sucesores del soriano Julián Leal. El secreto de su éxito no es desconocido para nadie: elaboración artesanal, productos frescos de calidad y un servicio atento y amable.

Horario: M-V 9.30-14.00 h.; 17.00-20.00 h. L-S 9.30-14.00 h. Dirección: Calle Pozo, 8. Madrid. Distrito: Centro Barrio: Sol Teléfonos: 91 522 38 94 Metro: Sevilla.